El consumo privado en el país se contrajo durante el inicio del último trimestre del año, resintiendo principalmente los estragos de la pérdida de poder adquisitivo de los hogares.
El Indicador Oportuno del Consumo Privado (IOCP) reveló una disminución de 0.05% a tasa mensual durante octubre pasado, que significa la primera baja en los últimos cinco meses y la tercera en lo que va del 2023.
En este contexto, el consumo de las familias mexicanas mostró dinamismo a lo largo del año por la estabilidad en el mercado laboral y el alza en los salarios, principalmente.
Sin embargo, la aún elevada inflación y las altas tasas de interés redujeron el gasto de los mexicanos, sumándose la reducción de en el poder adquisitivo de las remesas en términos reales y en pesos (impactó la apreciación del peso frente al dólar), una de las principales fuentes de ingresos.
Los factores que impactaron en el consumo
Por ejemplo, la inflación anual se ubicó en 4.26% anual en octubre pasado, que si bien es la menor variación en los últimos 32 meses, la última vez que se colocó en el rango objetivo del Banco de México (Banxico), 2-4%, fue en febrero del 2021 (3.76%).
En tanto, el banco central del territorio nacional decidió nuevamente dejar en 11.25% la tasa de referencia, recordando que el año 2022 inició con un indicador de 5.50%.
Lo anterior provocó que durante el noveno mes del presente año los ingresos por remesas registraran una contracción de 6.8% a tasa anual, en pesos y deflactadas, hilando 12 meses con caídas.
Contratiempos
Para Banorte, en el último trimestre del 2023 persistirán contratiempos en el comportamiento del consumo privado en el país:
- Retos importantes para los precios, con persistencia al alza en los servicios y con riesgos relevantes para distintos rubros en el componente no subyacente
- La expectativa de que las altas tasas de interés continúen por más tiempo de lo anticipado, pudiendo impactar tanto decisiones de consumo como de inversión
- Factores coyunturales que frenen al consumo
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