La compañía de pago de servicios alemana Wirecard dio a conocer este jueves que auditores no pudieron comprobar la existencia de 1,900 millones de euros en su hoja de balance.

Tras una auditoría, EY advirtió a Wirecard sobre indicios de que un administrador de cuentas bancarias de la compañía alemana intentó engañar al auditor a través de confirmaciones de saldos espurios.

En la auditoría, EY no pudo encontrar saldos de efectivo que representan una cuarta parte de su hoja de balance.

“El consejo de administración de Wirecard trabaja intensamente junto con los auditores para clarificar esta situación”, dijo la empresa en un comunicado. 

La noticia obligará a Wirecard a retrasar la presentación de sus resultados una vez más y le otorga a los bancos la opción de rescindir préstamos equivalentes a 2,000 millones de euros, a menos que la compañía presente su hoja de balance a más tardar el 19 de junio.

Luego de darse a conocer la noticia, los títulos de la firma se desplomaron 62.47%, a 38.8 euros en la bolsa de Fráncfort tras darse a conocer la noticia, su peor día desde que la empresa se volvió pública y su nivel más bajo desde el 15 de junio de 2016.

Con la caída de este jueves, Wirecard ha perdido 63% de su valor de mercado en 2020, situación ligada con la prolongación de la presentación de sus resultados financieros de 2019 tras verse sometida a auditorías.

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El año pasado, la empresa puso en marcha una auditoría especial llevada a cabo por KPMG en un lapso de seis meses sobre el estado contable de Wirecard entre 2016 y 2018. La firma de servicios financieros no pudo rastrear la mayor parte de las ganancias en ese periodo.

En octubre de 2019, el diario británico Financial Times reveló que algunos empleados de Wirecard cometieron fraude tras inflar las ventas y ganancias en las subsidiarias de Dubai y Dublín y engañar al auditor de EY durante aproximadamente una década.

Dos meses después el medio especializado dio a conocer que las llamadas cuentas de custodia, controladas por fiduciarios en nombre de la compañía y algunos socios, se utilizaron para incrementar los saldos del grupo. 

La compañía asentada en Múnich ha negado sobre el posible fraude, pero las denuncias llevaron a la policía de Singapur a realizar una inspección en sus oficinas ubicadas en ese país.

El Departamento de Justicia de Estados Unidos también investiga a un grupo de hackers vinculados a la compañía que han atacado a periodistas, fondos de cobertura y críticos de Wirecard.

En febrero del año pasado, la fiscalía de Múnich inició una investigación contra un periodista del Financial Times acusándolo de manipular el valor de la acción de la empresa.

En julio, la justicia alemana no encontró vínculos entre los reporteros del diario británico y los vendedores de acciones en corto para manipular el desempeño bursátil de Wirecard.

Ahora, tras lo revelado por la auditoría de EY, es posible que el regulador alemán deba revisar sus investigaciones, señaló Reuters.