Lyft, la empresa de viajes compartidos fundada en San Francisco, pretende migrar su flotilla a vehículos eléctricos, objetivo que se comprometió a cumplir para 2030.

La empresa canceló un programa de compensación de carbono que había lanzado en 2018, cuyo fin eran que los viajes generados a través de la plataforma tuvieran una emisión de carbono neutra; sin embargo, le representaba un costo de millones de dólares.

Sin el programa, la emisión de carbono aumentará y el transporte es la principal fuente de emisiones en Estados Unidos. Una investigación retomada por CNN Business indica que los viajes de plataformas como Lyft y Uber, emiten más carbono que un viaje en un vehículo de propiedad personal, ya que los conductores primero deben conducir hasta el pasajero y luego dejarlo en su destino.

“Está en nosotros liderar. Sentimos esa responsabilidad en medio de la pandemia, al pensar en formas en que podemos recuperarnos con más fuerza” dijo a periodistas John Zimmer, el cofundador de Lyft. Esperan que con el reemplazo de los vehículos la calidad del aire de las ciudades donde operan mejore.

Consideran que la medida traerá beneficios ambientales a largo plazo, así como para sus conductores, pues representa menor gasto en combustible; no obstante, son ellos los que podrían enfrentar problemas para reemplazar los vehículos.

Takele Gobena, un exconductor de viaje que representa el sindicato de los conductores en Seattle, opina que cualquier cambio devastará a los conductores debido a los costos de vehículos.

Los conductores ya están teniendo dificultades para llevar comida a la mesa. No sé cómo van a sobrevivir los conductores con esta nueva política, dijo Gobena a CNN Business.

Aunque los vehículos eléctricos son más baratos en operación, su costo inicial es en promedio 50% más elevado en comparación con los tradicionales. El riesgo es que Lyft pierda su capacidad de reclutar y retener conductores si los conductores sienten que pueden ganar más dinero en servicios competitivos que permiten vehículos de gasolina.

La empresa destacó que negociará con los fabricantes de automóviles para obtener descuentos para conductores. También planea trabajar con los responsables políticos y otros socios para reducir los costos de los vehículos eléctricos.

“La industria se está volviendo eléctrica, pero a un ritmo mucho más lento de lo esperado hace unos años. Si bien la mayoría de los fabricantes de automóviles se dedican a pasar a la electricidad, la pandemia mundial ha moderado ese cambio para el cambio” dijo Jessica Caldwell, analista de Edmunds a CNN Business.

Agregó que si el presidente Donald Trump es reelegido este otoño, es poco probable que haya más incentivos gubernamentales para los vehículos eléctricos.

En el primer trimestre del año la empresa reportó ingresos de 776.0 millones de dólares, un aumento de 23% en comparación con el mismo trimestre del 2019.

Con información de CNN Business