La ciudad de Chilpancingo, capital de Guerrero, ha registrado en la última semana la llegada de cientos de personas damnificadas por el paso del huracán Otis en Acapulco el pasado miércoles 25 de octubre, lo que ha desbordado la demanda de muchos  servicios.

Y si bien no se reporta desabasto de ningún producto de primera necesidad así como tampoco escasez de combustibles, la situación corre el riesgo de salirse de control.

Según cálculos del presidente de la Asociación Nacional de Pequeños Comerciantes (ANPEC), Cuauhtémoc Rivera, en la última semana han arribado 100,000 personas a la localidad; sin embargo, señaló que hasta ahora no hay desabasto de productos en Chilpancingo.

Aunque sí se observan otros fenómenos como alza de precios, sobre todo en los canales informales, así como reventa y acaparamiento de algunos productos.

No hay una situación de desabasto. Lo que sí se está dando es que al haber más demanda, hay problemas para el surtido, hay problemas para en algún momento dar respuesta a todo lo que la gente demanda en específico: marcas, volúmenes. Y ahí es donde empieza a sentirse que tú estás flaco en la oferta

 consideró el presidente de la ANPEC.

Aunado a ello, se registra una ocupación hotelera prácticamente total de las más de 1,800 habitaciones en una ciudad cuya vocación no es turística, lo que ha abierto la oportunidad de mayor oferta de renta de cuartos por plataformas o de manera informal.

Demanda de combustible por Otis

A esto se suma mayor tránsito en las calles, así como un aumento en la demanda de combustibles.

“La gasolinera es otra de de las nuevas realidades. Las enormes filas para abastecerse. Incluso vienen de Acapulco con galones y tambos. Ya hay 15 gasolineras abiertas en Acapulco, entonces esto se va a ir normalizando”, agregó Omar Elías Azar, presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE) en Guerrero.

El líder empresarial aclaró que el combustible tiene un abasto constante desde la central de Iguala, por lo que prevé que esto no cause problemas en el futuro.

El huracán Otis azotó la costa de Guerrero el pasado 25 de octubre como categoría 5 en la escala Saffir-Simpson y además se trató del meteoro de mayor intensidad en el Pacífico de la que se tiene registro. Hasta ahora se reportan 46 muertos y medio centenar de personas desaparecidas.

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