El COVID-19 puede ser letal para las personas y también para las compañías, sobre todo las que tengan deuda elevada, poco efectivo en caja y un nulo plan de acción. Así que el virus pondrá a prueba su supervivencia ante la emergencia sanitaria y los estragos económicos que conllevará.

Algunas de las más expuestas arrastran dificultades financieras desde hace años y con el coronavirus sus males se agravaron; es el caso de la aerolínea Interjet y las desarrolladoras de vivienda Homex y Urbi.

A otras, la coyuntura las tomó en una situación complicada después de adquisiciones importantes, como a la cadena de restaurantes CMR; mientras que al grupo hotelero Posadas le pasó factura por ser uno de los sectores más golpeados por las medidas gubernamentales aplicadas para detener la propagación de los contagios, que es el turístico.

Las opciones para mitigar los estragos son pocas, ya que el gobierno hasta ahora ha reiterado su oposición a extender ayudas financieras a las grandes compañías.

El Consejo Coordinador Empresarial (CCE), que aglutina a los diferentes órganos del sector privado, rechazó pedir apoyos y ha priorizado a las pequeñas y micro empresas del país frente a la emergencia.

La realidad para estas empresas es complicada, pero siempre existe una oportunidad. La opción que tendrían sería renegociar su deuda o actuar de manera diferente con respecto a sus trabajadores y clientes; estos últimos beneficiándose por programas y promociones de apoyo

dijo Julián Fernández, analista bursátil en Bursamétrica.

Interjet vuela bajo previo al coronavirus

La línea aérea de la familia Alemán ya atravesaba dificultades financieras desde mucho antes que se detectaran los primeros contagios de coronavirus.

Las deudas de la empresa llegaron a un punto crítico este año, pues tres arrendadoras reclamaron 26 aeronaves de su flota por la falta de pago, de acuerdo con información filtrada a diversos medios de comunicación por firmas financieras.

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Interjet se encuentra en quiebra técnica desde antes de la pandemia y, a la fecha, ha perdido aeronaves de su flota, que por falta de pago le fueron retiradas por arrendadoras. Es decir, el COVID-19, en este caso, es mera coincidencia con la actual crisis de la aerolínea y no consecuencia

detalla en un estudio Pablo Casas, director del Instituto Nacional de Investigaciones Jurídico Aeronáuticas.

Sin embargo, Interjet sostiene que se encuentra en un programa de transformación que incluye, entre otros temas, “la revisión de todas las relaciones contractuales, en busca de actualizarlas y tener mejores condiciones posibles”, compartió la compañía en un comunicado.

Su último reporte trimestral, fechado al 31 de marzo de 2019, revela que por cada peso que poseía Interjet, 89 centavos eran ocupados para hacerle frente a la deuda que tenía.

De esta manera, la razón de deuda o ratio –indicador financiero que señala la proporción de compromisos financieros que tiene una compañía– era del 89%, nivel muy superior al rango de 40 a 60% que analistas consultados consideran saludables. Sus pasivos totales alcanzaron lo 51,061 millones de pesos.

Mueven los cimientos de Homex y Urbi

Ambas vivienderas no terminaban de recuperase de la crisis por la que pasó el sector en 2013, cuando comenzaron a sentirse los ‘síntomas’ en la economía por el coronavirus.

Tanto Homex como Urbi forman parte de las compañías dedicadas a la venta de casas que aún presentan problemas en su situación financiera, aunado a que las medidas anunciadas por el gobierno para reactivarlas resultarían insuficientes ante los estragos de la pandemia.

Las medidas de ayuda no serán suficientes para contener la disminución de la demanda de vivienda, ni acelerarán la recuperación. Los esfuerzos para contener el brote de coronavirus probablemente tendrán un efecto temporal sobre el sector de la construcción de viviendas en México, pero a medida que disminuye la actividad comercial nacional, el empleo se verá afectado, arrastrando la demanda de vivienda

detalla uno reporte de la calificadora Moodys.

Las dos principales instituciones de vivienda del país, el Infonavit y el Fovissste, anunciaron nuevas medidas para diseñar esquemas de cofinanciamiento y entrega de créditos no sólo a cónyuges, con el objetivo de ampliar a las personas que quieran obtener un crédito.

Armando Rodríguez, analista en Signum Research, coincide que los esfuerzos del gobierno para incentivar la compra de nuevas casas, quedan cortas para el problema que se vive, aunado a el paro de actividades en la industria cementera.

Homex contaba con la razón de deuda más alta de esta muestra de empresas con 152%, pues sus pasivos superaban su capital total. Es decir que tenía que aportar el total de su patrimonio y un extra para cubrir sus obligaciones de pago, en tanto, sus pasivos se colocaron en los 5,693 millones de pesos.

En el caso de Urbi fijó su ratio en 62%, con pasivos totales de 2,388 millones de pesos, según los reportes del cuarto trimestre de las compañías.

CMR y Grupo Posadas pertenecen a sectores vulnerables

La dueña de restaurantes como Olive Garden, Wings o Sushi Itto, y el grupo hotelero propietarios de marcas como Fiesta Americana, están inmersos en dos de los sectores que la calificadora HR Ratings consideró como parte de los que resultarían más afectados en el corto y mediano plazo en el país, a consecuencia del impacto económico del coronavirus.

Ambas empresas se verán afectadas por las medidas tomadas por el gobierno de cerrar sus establecimientos. En especial CMR, tuvo un año importante en 2019 con la compra de Sushi Itto, y este año iba a ser de consolidación

comentó Fernández.

La empresa de la familia Vargas anunció la compra de Grupo Dasi, que agrupa a los restaurantes de inspiración japonesa Sushi Itto, sus franquicias, la productora y comercializadora de productos orientales Novalimentos y las marcas Itto, Almar y Yukai, por un monto cercano a los 800 millones de pesos, de acuerdo a información de las empresas.

De esta forma, más que duplicó el número de restaurante que contaba, además de que Grupo Dasi facturaba anualmente poco más del 50% de lo que ganaba CMR en un año.

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El endeudamiento de la compañía alcanzó el 74% al cierre de 2019. CMR ejerció por cada peso, 74 centavos para enfrentar su deuda y contaba con 3,275 millones de pesos bajo el concepto de pasivos totales.

En el caso de Grupo Posadas, la compañía informó que la demanda de sus hoteles había disminuido como nunca antes en los últimos 50 años y que, hasta el 23 de mayo pasado, su ocupación se encontraba en 20%, ante el cierre operativo de sus instalaciones, así como el freno en el turismo nacional e internacional.

Su deuda al finalizar el año pasado fue de 85%, es decir que por cada peso la compañía destinó 85 centavos para el pago de la deuda. Además, contabilizó pasivos totales por 17,639 millones de pesos.