El 2022 ha sido quizá el año más turbulento para los inversionistas, y por buenas razones, las acciones mundiales perdieron billones de dólares, los movimientos en los mercados de bonos, las fuertes fluctuaciones de las divisas y el colapso de algunos imperios de criptomonedas.

Si bien la renta variable mundial ha perdido 14 billones de dólares y se encamina a su segundo peor año jamás registrado, en ese tiempo se han producido casi 300 alzas de las tasas de interés y un trío de repuntes superiores al 10%, lo que hace que la volatilidad sea desmesurada.

Los principales factores que han detonado la turbulencia en los mercados han sido la invasión rusa a Ucrania, combinada con una inflación galopante, a medida que las economías mundiales salían de la pandemia, mientras China mantenía sus estrictas restricciones por el COVID-19.

Por otro lado, los bonos del Tesoro estadounidenses y los bonos alemanes, referencias de los mercados mundiales de deuda y activos a los que tradicionalmente se recurre en tiempos difíciles, perdieron 16% y 24%, respectivamente, en términos de dólares.

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Fed se tomó ‘en serio’ los aumentos de tasas

El panorama negativo se desató en el mercado en cuanto quedó claro que el COVID-10 no iba a volver a paralizar la economía mundial y que el banco central más influyente del mundo, la Reserva Federal (Fed), se tomaba en serio lo de subir las tasas de interés.

El rendimiento de los bonos del Tesoro a 10 años saltó al 1.8% desde menos del 1.5%, lo que supuso una caída del 5% del índice MSCI de acciones mundiales solo en enero.

Ese rendimiento está ahora en el 3.68%, las acciones han bajado 20%, mientras que los precios del petróleo subieron 80% antes de borrar todas sus ganancias. La Fed ha subido sus tasas 400 puntos base y el Banco Central Europeo (BCE) lo ha hecho en un récord de 250 puntos base.

Por otro lado, el dólar ha subido casi 9% frente a las principales divisas mundiales, y 12.5% frente al yen japonés, incluso después de que una sorpresiva decisión del Banco de Japón (BOJ) esta semana impulsó a la moneda nipona.

Alza de tasas también repercute en empresas tecnológicas

El aumento de las tasas de interés también ha restado 3.6 billones de dólares a los gigantes tecnológicos. Facebook y Tesla han sufrido una caída superior al 60%, mientras que Google, de Alphabet, y Amazon, han caído 40% y 50%, respectivamente.

Las acciones chinas han protagonizado un repunte tardío gracias a los indicios de que su política cero covid tiene los días contados, sin embargo, aún acumulan una caída de 25%, encima de que la deuda gubernamental de los mercados emergentes en “divisa fuerte” registrará su primera pérdida consecutiva.

Por otro lado, el alza de más del 50% del gas natural es la mejor de todo el grupo, aunque se debe en gran medida a la invasión en Ucrania, que llegó a elevar los precios 140%.

Las crecientes preocupaciones por la recesión económica, junto con el plan de Occidente de dejar de comprar petróleo ruso, han hecho que el Brent borre las ganancias de 80% que anotó en el primer trimestre, al igual que el trigo y el maíz.

Criptomercado, el más afectado

El mercado de las criptomonedas ha sido aún más caótico. Bitcoin termina el 2022 con fuertes caídas, ya que la principal criptomoneda ha perdido el 60% de su valor. 

El mercado de criptomonedas en general se ha reducido en 1.4 billones de dólares, afectado por el colapso de FTX, el criptointercambio de Sam Bankman-Fried, Celsius y las supuestas “divisas estables” TerraUSD y Luna.

Lo que ha pasado este año en los mercados mundiales ha sido traumático. Pero si los bancos centrales no hubieran subestimado tan drásticamente el aumento de la inflación y hubieran tenido que subir tanto las tasas de interés, no habría sido tan catastrófico

afirmó Stefan Gerlach, economista jefe de EFG Bank y exsubgobernador del banco central de Irlanda.

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