Hasta hace poco tiempo, se creía que el único deber de las empresas era generar ganancias económicas. Sin embargo, en la actualidad, este pensamiento es insuficiente y poco aceptable.
Además de obtener beneficios para los accionistas, las compañías deben tener en cuenta que sus operaciones tienen un impacto, ya sea positivo o negativo, en la calidad de vida de sus empleados y en las comunidades donde operan.
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Por lo tanto, un número creciente de empresas percibe que la responsabilidad social es un tema que no queda limitado solamente a las acciones benéficas o ecológicas que realizan las organizaciones, sino que implica también al sector privado.
Se trata de una perspectiva empresarial que incorpora aprecio a las personas, ética, comunidad y medio ambiente en la administración central de la empresa, independientemente de los productos o servicios que ofrezca, su industria, tamaño o lugar de origen.
Con la irrupción de las redes sociales, este concepto es cada día más importante puesto que la difusión instantánea de información por parte de los usuarios exhibe lo bueno y lo malo de las compañías más fácilmente. Es decir, la responsabilidad social en el mundo corporativo es como el amor: no se puede fingir, se nota.
Según un estudio presentado por la firma EY, en México más de la mitad de las empresas ya cuentan con una estrategia ESG (criterios ambientales, sociales y de gobernanza, por sus siglas en inglés). Los hallazgos demuestran que cerca del 58% de las compañías en América Latina tienen modelos ESG y entre ellas, México, Colombia y Costa Rica son los países más avanzados en este ámbito. Este liderazgo se debe a sus políticas locales, compromisos internacionales y la influencia de los socios comerciales con requisitos de sostenibilidad más rigurosos.
Centrándonos en el caso de México, GrupoFórmula, la empresa multimedia líder en la generación de contenidos noticiosos de opinión del país fue recientemente reconocida por el Centro Mexicano para la Filantropía A.C. (Cemefi) como una Empresa Socialmente Responsable.
Dicha asociación acreditó que GrupoFórmula documento el cumplimiento de los parámetros definidos para los límites de Calidad de Vida en la Empresa, Ética y Gobierno Empresarial, Vinculación con la Comunidad, y Cuidado y Preservación del Medio Ambiente. En otras palabras, es una empresa comprometida con la sociedad mexicana, con el bienestar de sus propios colaboradores y con ser responsables con el contexto ambiental.
De manera similar, Grupo Camacho y en especial AVIMARCA, una empresa avícola situada en el estado de Chiapas es de las más socialmente responsables en este sector en todo México. Su dirigente Marden Camacho Rincón prioriza el bienestar de los chiapanecos, convirtiéndose en un referente de buenos principios y trabajo en equipo, y así facilitando un crecimiento conjunto para que todos los colaboradores logren sus objetivos profesionales y personales.
Además, Grupo Camacho y por defecto Marden, se esfuerza al máximo por dar visibilidad a problemas sociales como la salud mental, concientizando a la gente durante ocasiones importantes como el día mundial para la prevención del suicidio.
Grupo Sánchez, es otra de las empresas que dejahuella en el sector abarrotero. La compañía tabasqueña recibió el año pasado el distintivo que la reconoce como la primera empresa socialmente responsable de su industria a nivel regional.
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Entre sus iniciativas socialmente responsables, se incluye el compromiso con la comunidad, la ejecución de prácticas para gestionar residuos y el suministro de ayudas a poblaciones vulnerables durante desastres naturales.
En definitiva, atrás quedó la época en la que las acciones esporádicas de responsabilidad social eran simplemente una fachada para mejorar la imagen corporativa. La sociedad de hoy busca un compromiso más profundo que requiere una cuidadosa planificación de acciones sostenibles a largo plazo. GrupoFórmula, Grupo Camacho y Grupo Sánchez, deberían de servir modelos en este ámbito para el resto de las empresas mexicanas.
