El presidente de Rusia, Vladimir Putin, firmó un decreto a través del cual se prohíbe el suministro de petróleo crudo y productos derivados a partir del 1 de febrero de 2023, durante un periodo de cinco meses, a todos aquellos países que establezcan un precio máximo al hidrocarburo. 

Este mes, el G7, la Unión Europea y Australia tomaron la decisión de poner un tope de 60 dólares por barril al crudo transportado por mar ruso como parte de las sanciones por el conflicto bélico que el Kremlin mantiene con Ucrania. 

Están prohibidas las entregas de petróleo y productos petrolíferos rusos a entidades y personas extranjeras, a condición de que en los contratos para estos suministros se prevea directa o indirectamente el uso de un mecanismo de fijación de precios máximos

indicaron las autoridades. 

Si bien es cierto que el límite fijado no está lejos del precio actual del petróleo ruso, sí se aleja bastante de lo que Rusia ha logrado este 2022 y busca obtener para mitigar el impacto a sus finanzas por las sanciones que han impuesto diversas naciones. 

De implementarse este decreto, las consecuencias podrían ser importantes al considerar que Rusia es el segundo mayor exportador de petróleo a nivel mundial, sólo por debajo de Arabia Saudita.  

Las autoridades rusas emitieron este decreto como una respuesta directa a las “acciones hostiles y contradictorias con el derecho internacional por parte de Estados Unidos y estados extranjeros y organizaciones internacionales que se unen a ellos”. 

El edicto cuenta con una cláusula que le permite a Vladimir Putin anular la prohibición en algún caso especial.  

Leer más: Exportaciones enfrentan panorama retador tras registrar su mayor caída en nueve meses 

Impacto para Rusia

El tope de precios es una situación que no se presentó ni siquiera en los tiempos de la Guerra Fría, y en esta ocasión ha aparecido con la intención de paralizar las arcas del estado ruso y los esfuerzos militares de Moscú en Ucrania.

Algunos analistas consideran que el tope al precio del petróleo ruso no tendrá un impacto inmediato en los ingresos rusos.

Sin embargo, el ministro de Finanzas de la Federación Rusa, Anton Siluanov, aseguró que el déficit presupuestario de Rusia podría ser mayor que el 2% planificado del Producto Interno Bruto (PIB) de 2023.

El tope de precios del G7 permite que los países no pertenecientes a la UE continúen importando crudo ruso transportado por mar, pero prohibirá a las compañías de transporte, seguros y reaseguros manipular cargamentos de crudo ruso en todo el mundo, a menos que se venda por menos del tope de precios.

Los países de la UE han implementado por separado un embargo que les prohíbe comprar petróleo ruso transportado por mar.

 Para más información visita nuestro canal de YouTube  

  Con información de Reuters