El Producto Interno Bruto (PIB) de China se contrajo 6.8% en el primer trimestre, la primera caída anual desde 1992, cuando iniciaron los registros oficiales trimestrales, debido al impacto económico de la pandemia de coronavirus.

La mediana de los pronósticos de los especialistas consultados por Bloomberg era de una contracción de 6%, aunque las estimaciones iban desde una caída de 16% hasta una expansión de 3.6%.

El sector primario se contrajo 3.2% anual, el secundario retrocedió 9.6% y el terciario perdió 5.2% en los primeros tres meses de 2020.

En el cuarto trimestre del año pasado, la economía creció 6.0% respecto al mismo trimestre del 2018, afectado por la guerra comercial con Estados Unidos.

Respecto al trimestre anterior, el PIB de China decreció 9.8%, ligeramente por debajo de la contracción de 9.9% estimada por especialistas. En los últimos tres meses de 2019, el avance fue de 1.5%.

Las medidas para frenar el avance de la pandemia, surgida a finales de 2019 en la provincia de Wuhan, frenaron la actividad en la segunda economía más grande del mundo, debido a las limitaciones en el movimiento de personas que provocó el cierre de fábricas y tiendas.

Las ventas minoristas, indicador que también se publicó este jueves, bajaron 19% anual en el primer trimestre. El segmento de ventas en línea cayó solo 0.8% anual y la venta online de bienes físicos subió 5.9% en marzo, 2.9 puntos porcentuales por arriba de lo registrado en enero y febrero, y representó 23.6% del total de ventas minoristas de bienes de consumo.

China es actualmente el séptimo país con más casos confirmados de COVID-19, con 83,428, según datos de la Universidad Johns Hopkins, y 3,346 muertos.

Aunque la reactivación económica ya comenzó en el país asiático, medidas de contención similares siguen siendo aplicadas en un gran número de países, lo que ensombrece el panorama de la demanda mundial, lo que impactará el inmenso sector exportador chino.

La contracción de la economía pone además presión sobre las autoridades chinas para hacer más para reactivar el crecimiento mientras una creciente pérdida de empleos amenaza la estabilidad social.

En febrero, la tasa de desempleo se disparó a 6.2%, después de marcar 5.3% en enero y 5.2% en diciembre. detalló Bloomberg. Morgan Stanley espera que llegue a un máximo de 7.5% en los siguientes meses, para después reducirse gradualmente hasta 5.5% a finales de año.

Según los datos publicados hoy, el desempleo se redujo en marzo a 5.9%. El desempleo urbano se quedó en el mismo nivel que el mes previo: 5.7%.

“Es difícil prever una recuperación rápida de la economía de China dado el impacto de la pandemia global”, dijo el economista en jefe de Zhongyuan Bank, Wang Jun. “El crecimiento económico también dependerá de la fortaleza de las políticas de estímulo. La política fiscal jugará un papel principal, mientras que la política monetaria será modestamente expansiva”.

Con información de Reuters