El primer ministro de Líbano, Hassan Diab, anunció la disolución de su gabinete este lunes, tras las sucesivas renuncias de miembros de su equipo como consecuencia de la mortífera explosión ocurrida en el puerto de Beirut.

“Hoy, anuncio la dimisión de este gobierno”, dijo en un discurso televisado dirigido a los libaneses, además de afirmar que un nivel de corrupción era “más grande que este gobierno” precipitó la explosión.

“Solo Dios sabe cuántas catástrofes se esconden”, expresó. “Es por eso que he anunciado mi renuncia hoy. Que Alá proteja a Líbano. Que Alá proteja a Líbano. Que Alá proteja a Líbano”.

Cuatro miembros de su gabinete ya habían dimitido el domingo, después de la explosión del 4 de agosto que provocó la muerte de al menos 160 personas y reactivó las protestas populares.

El gobierno libanés enfrenta la indignación de la población, que responsabiliza a la clase política por la mortífera explosión en la capital de un país que atraviesa una profunda crisis económica y social.

Casi una semana después de la explosión que provocó al menos 160 muertos y 6,000 heridos, las autoridades libanesas acusadas de corrupción e incompetencia por la ciudadanía aún no respondieron con claridad a la pregunta que se hace todo el mundo: ¿por qué una enorme cantidad de nitrato de amonio se encontraba almacenada en el puerto de la capital libanesa?

Fue un incendio en este depósito, donde estaban almacenadas 2,750 toneladas de nitrato de amonio desde hace seis años sin “medidas de precaución”, según reconoció el primer ministro Hassan Diab, lo que provocó la explosión.

Sin embargo, el presidente libanés, Michel Aoun, cada vez más criticado, se opone a una investigación internacional y las autoridades no comunicaron los resultados de la indagatoria oficial.

Dos días después de las tensas manifestaciones del sábado, los ministros de Finanzas, Ghazi Wazni, y de Justicia, Marie-Claude Najm, anunciaron su dimisión, lo que elevó a cuatro las renuncias de integrantes del ejecutivo después del siniestro.

Antes anunciaron su marcha del poder ejecutivo la ministra de Información, Manal Abdel Samad, y el de Medio Ambiente, Damianos Kattar. Nueve diputados también renunciaron a su cargo.

“Las dimisiones de ministros no son suficientes. Deben rendir cuentas”, asegura Michelle, una joven manifestante que perdió una amiga por la explosión. “Queremos un tribunal internacional que nos diga los motivos de su muerte, ya que ellos (autoridades libanesas) quieren disimular lo que sucedió”.

Con información de AFP