Frente al aumento de los contagios por COVID-19 y la amenaza de una eventual segunda oleada, autoridades de varios países europeos han fortalecido sus medidas sanitarias.

La situación está marcada por un reconfinamiento como eventual horizonte y el uso obligatorio de mascarillas en toda Europa.

España

Más de 4 millones de personas de Barcelona y sus alrededores, en el noreste de España, fueron llamadas este viernes por el gobierno regional catalán a “quedarse en casa” salvo por razones de primera necesidad, a raíz del alza de casos de COVID-19.

Las autoridades decidieron además cerrar cines, teatros, discotecas y prohibir las reuniones de más de 10 personas, así como las visitas a los hogares para ancianos. También limitaron a 50% el aforo de bares y restaurantes.

Por otra parte, desde el 15 de julio, unos 250,000 habitantes de Lérida y municipios cercanos en esta región de Cataluña fueron reconfinados. Esta medida fue motivo de negociaciones con la justicia, que la había suspendido para autorizarlas de manera temporal.

En esta región y en otras, los gobiernos regionales han apretado las tuercas reforzando el carácter obligatorio del uso de mascarillas aunque se mantenga la distancia social.

Portugal

En Lisboa, desde el 1 de julio se impuso un nuevo confinamiento a 700,000 habitantes de una veintena de barrios. Estas medidas se mantendrán hasta fines de julio.

Gran Bretaña

El 29 de junio, el gobierno británico reconfinó a la ciudad de Leicester, cerrando comercios no esenciales, a causa de un aumento local de los casos de COVID-19. Este reconfinamiento será parcialmente flexibilizado el 24 de julio, anunció el jueves el gobierno.

El uso de mascarillas se ha vuelto obligatorio en todas las tiendas de Inglaterra a partir de esa misma fecha. En Escocia ya era obligatorio.

Sin embargo, primer ministro Boris Johnson animó este viernes a los ingleses a reanudar la utilización de los transportes públicos y a regresar a su lugar de trabajo a partir del 1 de agosto.

Irlanda

El país preveía reabrir por completo todos su bares tradicionales el 13 de julio, pero postergó la última etapa de desconfinamiento hasta el 10 de agosto, a causa de un rebrote.

Las reuniones están limitadas a 50 personas en el interior y a 200 en el exterior, en tanto las mascarillas son de uso obligatorio en las tiendas.

Francia

El uso de la mascarilla será obligatorio en todos los establecimientos cerrados “en particular los comercios”, a partir de la próxima semana.

En el departamento de Mayenne, donde hay varios brotes, el uso de mascarillas es obligatorio a partir del jueves en los lugares públicos cerrados de seis municipios, incluida la prefectura de Laval.

Bélgica

Desde el 11 de julio, el uso de mascarillas es obligatorio para los mayores de 12 años en lugares públicos cerrados (tiendas, cines, bibliotecas, templos, etc.).

Antes sólo se aplicaba en los transportes públicos. A causa de un ligero repunte de las infecciones, las autoridades anunciaron que no habrá flexibilización en cuanto a las consignas para reuniones.

Alemania

Previendo un resurgimiento, se autorizaron medidas de confinamiento reforzadas a nivel local con “prohibición de salidas” en zonas geográficas limitadas. Es novedoso en este país que, hasta ahora, tenía una definición muy flexible del confinamiento basada sobre todo en la autodisciplina y la buena voluntad.

Hungría

Se ha prohibido desde mediados de julio el acceso a su territorio a personas procedentes de países africanos y de América del Sur, la mayoría de los países asiáticos y de algunos Estados europeos, argumentando el resurgimiento mundial de casos de coronavirus.