Aunque las remesas alcanzaron un monto histórico en dólares al cierre del 2023, el panorama transformado a pesos mexicanos, sumado con el efecto inflacionario, registró una contracción por primera vez en la última década en la principal fuente de ingresos para los hogares mexicanos.

La apreciación del ‘superpeso mexicano’ y las elevadas tasas de inflación fungieron como los elementos primordiales que restaron poder de compra a las remesas a lo largo del año pasado.

De acuerdo con datos desestacionalizados del Banco de México (Banxico), los ingresos por remesas en México sumaron 63,333 millones de dólares, que significó, además de una variación anual de 7.6%, el mayor valor observado para este indicador desde que se tienen registros.

Analistas de BBVA estiman que en el país hay más de 1.9 millones de hogares que recibieron estos recursos.

Fortaleza del peso “pega” a familias y sus remesas

Las remesas convertidas en pesos, la transacción que ya utilizan los mexicanos para sus gastos, ascendieron a 1.12 billones de pesos, 5.3% menos que en 2022, la primera baja anual en 10 años.

Este descenso se explica por la fortaleza de la moneda nacional. En 2023 promedió un tipo de cambio 17.63 pesos por dólar, dando una apreciación de 12%.

Es decir, las familias mexicanas recibieron menos pesos por dólar durante el año pasado al cambiar las remesas que envían los connacionales, principalmente de Estados Unidos.

Inflación merma consumo

Además de ello, las remesas perdieron mayor poder adquisitivo si se agregan los precios al consumidor, ya que los incrementos de éstos reducen el gasto de los hogares a través de las remesas.

A través de un análisis realizado por El CEO para medir el poder adquisitivo de las remesas a lo largo del tiempo, se encontró que los ingresos por esta vía llegaron a 1.14 billones de pesos en 2023, que significó una contracción anual de 10.3%, el primer desplome desde 2013, cuando presentó una baja de 6.2%.

Cabe recordar que, según el Índice Nacional de Precios al Consumidor del INEGI, la inflación anual se ubicó en 4.66% en diciembre pasado, marcando una racha de 34 meses consecutivos por encima del rango objetivo de Banxico (3% +/ un punto porcentual).

“La caída del poder adquisitivo de las remesas tiene un efecto negativo sobre el crecimiento económico”, de acuerdo con analistas de Banco Base, en años que se observa un crecimiento del poder adquisitivo de las remesas, ocurre un incremento en el ingreso de los hogares y posteriormente un efecto indirecto sobre la producción (ante el incremento del gasto de los hogares).

Poder de compra, al alza en 2024

Para el 2024 se proyecta que las remesas en dólares crezcan 8% a tasa anual, ya que se espera que la economía de Estados Unidos siga creciendo por un mayor gasto público en año electoral (Figura 1).

Por su parte, estrategas de Banco Base prevén una depreciación del peso, para cotizar en un promedio de 18.50 pesos por dólar en la segunda mitad del año, debido a las elecciones presidenciales en Estados Unidos programadas para el 5 de noviembre.

La depreciación del peso se espera que tenga un efecto positivo sobre el poder adquisitivo de las remesas, aunque este efecto estará limitado por la inflación, pues la estimación para diciembre del 2024 se revisó al alza a 4.39%

explica el grupo financiero.

Considerando los anteriores factores, pronostica que el poder adquisitivo de las remesas muestre un crecimiento de 5.78% en 2024.

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