Los inversionistas del sector energético perciben un nuevo respiro con la llegada de Kenneth Salazar como embajador de Estados Unidos en México, luego de sentirse asfixiados con las reformas al mercado eléctrico y de hidrocarburos que ha impulsado el presidente Andrés Manuel López Obrador

Con la llegada de Salazar a México, se espera que el gobierno de Estados Unidos planteé de manera institucional y por los canales diplomáticos existentes, las preocupaciones de las empresas estadounidenses que han invertido en el sector energético del país, indicaron especialistas consultados por EL CEO.

Esperamos ver a un embajador que conoce del tema, sabe cuál es la fuerza de hacer lobbying y que podamos ver que sea un paraguas respecto a las disposiciones que afectan día a día a un sector que tendría que ser dinámico y que está siendo totalmente estático o reactivo

dijo Marcial Díaz Ibarra, presidente de la Asociación de Regulados del Sector Energético (ARSE).

El diplomático de 66 años, que sucedió a Christopher Landau, fue secretario del interior durante el primer gobierno de Barack Obama, donde jugó un papel estratégico en el plan energético a favor del fracking, una técnica para obtener crudo y con la cual el actual gobierno mexicano no desea continuar.

Díaz Ibarra consideró que los cambios regulatorios que ha impulsado el presidente López Obrador han congelado el desarrollo de las empresas estadounidenses dentro del sector energético, con lo que Salazar, será clave para lograr nuevos acuerdos con el gobierno.

Cuidarán relación bilateral

Si bien el tema energético no es una prioridad en la agenda bilateral entre México y Estados Unidos, en términos comerciales y de inversión tiene un peso evidente; en 2019, Estados Unidos importó 13,000 millones de dólares en bienes energéticos desde México y exportó a nuestro país 34,000 millones de dólares, detalló Arturo Carranza, analista del sector energético.

Desde que el presidente Biden llegó a la Casa Blanca, el tema (energético) no ha formado parte de las conversaciones formales entre los mandatarios porque ambos gobiernos saben que las diferencias en la materia pueden contaminar la relación y convertirse en una camisa de fuerza que impida que la agenda bilateral avance en otros frentes prioritarios, como el de seguridad. Ante esta posibilidad, han resuelto gestionarlo desde un segundo nivel

comentó el especialista. 

Coincidió en que, se espera que el embajador Ken Salazar exponga a sus interlocutores mexicanos las preocupaciones que existen entre los inversionistas norteamericanos entorno a la nueva legislación en el mercado de los combustibles y los cambios legales en la industria eléctrica.

En tanto, Ramses Pech, analista del sector energético, destacó que en el 2016, Salazar apoyó públicamente el uso de la técnica del fracking para extraer gas natural, al considerar que no implica ningún riesgo para el medioambiente.

Agregó que Salazar trabajó para reformar los organismos reguladores, en particular el Servicio de Gestión de Minerales, después de que asumió el cargo.

Salazar es licenciado en Ciencias Políticas y fue elegido como senador por el tercer distrito de Colorado en 2004, pero renunció a su cargo para convertirse en el primer secretario interior de Obama. Posteriormente, en 2013, se unió al bufete de abogados internacional WilmerHale.