La decisión del gobierno de Andrés Manuel López Obrador  (AMLO) sobre dejar de exportar petróleo podría representar ‘un disparo en el pie’ para el país, pues no solo complicará el plan para mejorar la situación financiera de Petróleos Mexicanos (Pemex), sino también representará un riesgo para las finanzas públicas.

En su mensaje por el Tercer año de gobierno, el mandatario reiteró que México dejará de exportar e importar crudo en 2023. Su estrategia es que a través de las seis refinerías más Dos Bocas y Deer Park se pueda cubrir la demanda que se tiene de este combustible.

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Sin embargo, los últimos datos de la Secretaría de Hacienda indican que si bien las finanzas públicas han reducido su dependencia de los ingresos que se obtienen de la venta del petróleo, aún representan un apoyo significativo para las arcas del gobierno.

De enero a octubre, los ingresos petroleros ascendieron a 776,621.3 millones de pesos, lo que significó un crecimiento anual del 64.3% en términos reales. Dichos recursos representaron el 16.3% de los ingresos totales.

Petrobonos, una alternativa para Pemex

Una de las alternativas que sí pueden ayudar a Pemex sin poner en riesgo a las finanzas públicas del país son los petrobonos, dijo en entrevista Ernesto O’Farrill, presidente de Grupo Bursamétrica.

Los petrobonos son contratos de compraventa de exportación de petróleo a futuro. Se trata de crear un nuevo esquema que se utilice para financiar la deuda de Pemex, donde el pago a los inversionistas esté garantizado por PMI, el brazo exportador de Pemex, el cual se comprometa a vender y exportar petróleo

expuso.

Los petrobonos son un contrato que se propone entre un ente que pone el crudo y otro que se compromete a venderlo en el exterior en un plazo de 10, 20 o 30 años; los derechos de cobro de esa exportación de petróleo llegarían a un fideicomiso privado.

O’Farril mencionó que los petrobonos se crearon después de la devaluación de 1976 en México y fue un instrumento exitoso durante 12 años y el más cotizado por los inversionistas de todo tipo, porque se compraban con pocos recursos (desde 100 pesos) en sucursales de Banco Internacional (hoy HSBC), que era el banco comercial de Nacional Financiera y el gobierno federal los emitía.

¿Cómo funcionan los petrobonos?

Los petrobonos daban un interés trimestral y una ganancia de capital que dependía del aumento del precio del petróleo y del dólar, mientras que el gobierno recibía los recursos por la venta de estos instrumentos.

El nombre de petrobonos se les dio porque estaban respaldados por petróleo, pues el gobierno le compraba a Pemex el crudo, mientras que la petrolera se comprometía a exportarlo.

Entonces, con un contrato de compra-venta, los derechos de cobro de exportación respaldaban a los certificados de participación que emitía un fideicomiso que estaba en Nacional Financiera, comentó O´Farril.

Bonos cupón cero, otra alternativa

La segunda opción para ayudar a Pemex a bajar su deuda es utilizar un bono cupón cero emitido por el gobierno federal, que funcionaría bajo un esquema que utilizaron los países latinoamericanos en las crisis financieras que arrastraban al inicio de los años 90.

En 1992, México tenía una deuda en dólares impagable, y el secretario del Tesoro de Estados Unidos, ideó un esquema para emitir bonos respaldados por el gobierno de su país, que no pagaran intereses.

Se vendían muy por debajo de su precio, pero después de 2 años daban al comprador el 100% de su valor inicial.

Para usar este esquema que permitió a México extender el plazo de sus vencimientos, el gobierno del entonces presidente Carlos Salinas de Gortari hizo un depósito a la Reserva Federal por 3,500 millones de dólares como garantía de pago, y finalmente el país saldó la deuda total en el 2003.

Financiamiento más barato

Para O’Farrill, si los nuevos bonos que Pemex va a emitir en dólares tuvieran como respaldo un bono cupón cero del gobierno mexicano, la petrolera hallaría financiamiento más barato.

Pemex colocó ayer jueves 1,500 millones de dólares en una nueva emisión de bonos a cinco años a una tasa de 6.95%, mientras la última emisión que hizo el gobierno mexicano a 15 años de eurobonos fue a 1.5%.

“El gobierno federal sí tiene buenas condiciones de financiamiento, Pemex no” , destacó O’Farill.

Concluyó que la aportación de 3,500 millones de dólares que hará el gobierno a Pemex ayudará a reducir la deuda financiera de Pemex, pero no resuelve su problema de pasivo laboral.

Mientras la empresa siga en manos de un sindicato que la exprime, con unas prestaciones espantosas y defendiendo estas pensiones, de nada sirve que le arreglen lo financiero

expresó.

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