Tras un año de negociaciones, Washington y Tokio concluyeron la primera fase de un acuerdo comercial en la que prometieron rebajarse aranceles.
Japón se comprometió a reducir barreras a bienes agrícolas estadounidenses por 7,000 millones de dólares y a elevar sus compras de trigo y cebada.
En contrapartida, Washington aceptó rebajar sus aranceles a productos agrícolas nipones por 40,000 millones de dólares, y atenuar las cuotas de carne importada para permitir así a Japón competir en el mercado estadounidense.
Formalmente anunciamos la primera etapa de un nuevo y fenomenal acuerdo comercial,
dijo Trump acompañado del primer ministro japonés, Shinzo Abe, tras una reunión al margen de la Asamblea General de la ONU.
“Esto es una gran parte, pero en un futuro bastante cercano habremos de tener mucho más”, añadió.
Abe dijo que el acuerdo completo debería ser una “solución de ganar-ganar para Japón y Estados Unidos”.
President Donald J. Trump participates in a trade agreement signing ceremony with Japan Prime Minister Shinzo Abe at the InterContinental New York Barclay in New York City. (Official White House Photo by Shealah Craighead) pic.twitter.com/MFsSV7TZ5N
— USTR (@USTradeRep) September 25, 2019
Aranceles sobre autos nipones se mantienen
No obstante, lo pactado aún no incluye el espinoso asunto del comercio de automóviles.
Tokio demanda a Trump el firme compromiso de no imponer aranceles de 25% a sus autos, un elemento de vital importancia para Japón cuya economía está en dificultades, según medios nipones.
Tras un aplazamiento, el presidente de Estados Unidos fijó el día 17 de noviembre para decidir si impone esos aranceles a los autos nipones, que generan tanta alarma en Tokio pero también en Berlín.
Utilizando los aranceles como amenaza, el presidente Trump buscó un amplio acuerdo que reduzca el déficit comercial estadounidense con Japón y beneficie al sector agrícola, que es una de sus principales fuentes de votos.
Un acuerdo comercial con Japón sería importante para “reducir nuestro crónico déficit comercial”, señaló Trump.
En 2018, el déficit comercial de Estados Unidos con Japón fue de 58,000 millones de dólares. Tokio le mandó automóviles por 51,000 millones, según datos oficiales.
Además, los productores estadounidenses están especialmente ansiosos por un acuerdo con el gobierno asiático debido a que son altamente dependientes de las exportaciones.
¿Y la segunda fase?
En un documento aparte, funcionarios de los dos países se comprometieron a eliminar gravámenes a productos digitales como videos, música y libros, así como a garantizar el transito de datos sin imponer barreras.
Trump espera firmar pronto un “acuerdo muy amplio” con Japón, lo que significará “muchos dólares para nuestros granjeros y rancheros. Pronto ya trabajaremos en la fase II”.
El acuerdo se da en medio de una desventaja para Estados Unidos desde que Trump decidió en 2017 retirarse del acuerdo TransPacífico (TPP), negociado por su antecesor Barack Obama y que entró en vigor entre 11 economías de la región Asia-Pacífico.