La demanda interna en México expuso las actuales condiciones globales y locales adversas, expresándose a través de una caída en las importaciones durante julio pasado.
De acuerdo con datos desestacionalizados del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), la balanza comercial de México registró un superávit de 532 millones de dólares durante el sexto mes del 2023.
Dicho monto, que se dio tras tres meses consecutivos con saldo negativo, fue la diferencia entre los 50,337 millones de dólares de exportaciones y los 49,805 millones de importaciones.
Resultados mixtos
En las ventas al exterior, se presentó un crecimiento de 0.98% mensual, que representó la tercera alza al hilo.
Este aumento proviene principalmente de la resiliencia que ha mostrado la economía de la Unión Americana, el principal socio comercial de México.
Sin embargo, no se descarta que el deterioro de algunos indicadores industriales en Estados Unidos impacten a las exportaciones mexicanas.
En tanto, las importaciones cayeron 1.95% en julio pasado, después de presentar un incremento de 1.78% en junio. Lo anterior manifiesta debilidad en la demanda doméstica, reflejo de la merma en el consumo.
Señales contrarias
Para Monex, el sector externo envía señales contrarias, pues la salud de las exportaciones manufactureras parece dar elementos para esperar nuevas sorpresas al alza en el crecimiento durante el segundo semestre del 2023.
Pero al mismo tiempo las importaciones han permanecido estancadas en gran parte del año, especialmente el segmento de bienes intermedios. Dada la apreciación de más de 10% que sostiene en el año nuestra moneda, llama la atención la falta de dinamismo en estas últimas y deja al descubierto el riesgo de que se registren ajustes moderados una vez que la cotización se normalice
advierte el grupo financiero.
De momento, prevé que el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) del tercer trimestre seguirá siendo positivo, aunque menos robusto que lo visto en la primera mitad del año y más cercano a niveles de 0.6%.
