El crecimiento que presentó la actividad industrial de México en el primer mes de este año respondió a un efecto rebote tras las caídas del último bimestre de 2023, teniendo un comportamiento similar la manufactura y la construcción.

La producción industrial del país aumentó 0.35% a tasa mensual durante enero de 2024, de acuerdo con datos desestacionalizados del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).

Esta alza se dio tras dos caídas consecutivas: 0.99% en noviembre y 0.75% en diciembre del año pasado. El promedio de los últimos tres meses resultó en un retroceso de 0.46%, es decir, el incremento de 0.35% no compensa las bajas previas.

Para los analistas de Banorte, a pesar que fue relativamente acotado el crecimiento, reconocieron ciertos factores que podrían imprimir un mayor dinamismo en los próximos meses:

  • La entrada de nuevos programas de egresos –tanto a nivel federal como estatal–, detonando un mayor dinamismo en las obras de infraestructura
  • La aceleración en el gasto relacionado con anuncios de inversión privados
  • La reapertura de varias plantas automotrices después de trabajos de mantenimiento en el mes previo

Actividad industrial por sectores

De los cuatro sectores que integran la actividad industrial de México, se contrajeron minería (0.39%), debido a una menor plataforma petrolera, y generación, transmisión y distribución de energía eléctrica, suministro de agua y de gas por ductos al consumidor final (0.79%), su quinta caída al hilo.

En tanto, la construcción, apoyada por las obras insignia del gobierno federal que están concluyendo, creció 2.22% en enero pasado, después de mostrar dos descensos seguidos.

Por último, la manufactura aumentó 0.23%, aunque al igual que el total industrial y la construcción se debió, además de repunte en equipo de transporte, a un efecto rebote, pues le antecedieron tres meses consecutivos con disminuciones.

Un corto plazo, positivo

En el corto plazo, los estrategas de Ve por Más (BX+) estimó que los bajos niveles de desempleo soportarían al consumo y producción de bienes, mientras la intención del gobierno federal de concluir las obras insignia antes del cambio de administración darán todavía algo de impulso a la construcción de obra civil.

Por otro lado, los indicadores oportunos del sector manufacturero en Estados Unidos se han mantenido en terreno contractivo, lo que supondría que se extienda algo más la atonía en las exportaciones mexicanas

explicaron analistas de BX+.

Más adelante en el año, se prevé que se vaya moderando la confianza, la inversión y el consumo, en un entorno de altas tasas de interés reales, desaceleración económica e incertidumbre por los procesos electorales en México y Estados Unidos.

El grupo financiero asume, en un horizonte mayor, que el nearshoring resulte en un incremento sostenido en la participación de México en el mercado estadounidense, detonando la inversión, las exportaciones y el crecimiento industrial en el país.

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