Las reservas petroleras de México podrían agotarse en 12 años y los estados con vocación al sector hidrocarburos serían los primeros en sufrir el impacto, consideró el Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP).

En medio del actual escenario electoral y energético, además  de las diferentes propuestas de los aspirantes a la presidencia para el sector energético, el investigador en Transición Energética y Medio Ambiente del CIEP, César Augusto Rivera, explicó a EL CEO que desarrollaron una investigación sobre cómo se encuentran las reservas petroleras.  

El primer punto que se identificó es que en el año 2012 México contaba con reservas equivalentes a 20,373 millones de barriles de petróleo crudo equivalente.  No obstante, actualmente, las reservas totales se estiman en 11,431 millones de barriles de petróleo, lo que representa una disminución de 43.9%.

Entre los hallazgos más significativos se destacó que, sin la implementación de un nuevo plan de negocios para Petróleos Mexicanos (Pemex) o un plan de exploración de yacimientos, las reservas actuales no lograrán extender su duración más allá del término de dos administraciones federales.

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Pemex Cadereyta

“Este plazo también debe entenderse como una estimación que puede variar en función de las políticas de exploración y explotación futuras. No obstante, la premisa central permanece incuestionable: la necesidad de prepararse para un futuro donde los ingresos petroleros ya no sean una garantía”, indicó.

Las primeras repercusiones significativas de este declive se verán en las finanzas locales y, por extensión, en el bienestar económico de las regiones productoras de petróleo en México, señala.

En esta lista de entidades afectadas están estados como Campeche, Veracruz, Tamaulipas e incluso Nuevo León.

 La dependencia de ciertos estados mexicanos sobre los ingresos petroleros no solo se manifiesta en las asignaciones presupuestarias regulares, sino también en los ingresos extraordinarios obtenidos por su condición de estados productores,

añadió el especialista. 

La progresiva disminución de las contribuciones de Pemex a las arcas estatales y federales es un fenómeno que no se puede ignorar y obliga a una reflexión profunda; a la adopción de nuevas estrategias fiscales que garanticen la sostenibilidad económica a largo plazo.

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¿Qué efectos habrá sin reservas petroleras?

Sin reservas petroleras se ven afectados los ingresos petroleros. La calificadora Moody´s explicó que existe la figura de las participaciones (transferencias federales no etiquetadas) que representan la principal fuente de los ingresos estatales.

Solo para comprender su importancia, sobresale que en el primer semestre de 2023, las participaciones (o ramo 28) se ubicaron 6% por debajo del monto estimado en el presupuesto de egresos de la Federación.

“El factor principal de esta brecha ha sido la contracción de 44% de los ingresos petroleros (…) respecto lo observado en 2022”, señalo la calificadora. 

Los ingresos petroleros se ven afectados por la aplicación de apoyos fiscales a Pemex y por el precio del petróleo, cuyo promedio observado por barril de la mezcla mexicana durante los primeros cinco meses de 2023 fue de 66.37 dólares, 30% por debajo en el mismo periodo de 2022. 

En concreto, sin reservas petroleras no hay ingresos petroleros y se ven afectados los recursos para los estados.

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Se necesitará una transición cuidadosa y un nuevo plan para Pemex

El experto del CIEP destacó la necesidad de una transición cuidadosa y estratégica hacia fuentes alternativas de ingreso, sugiriendo que los estados en cuestión comiencen desde ahora a explorar y desarrollar nuevas vías económicas

“Este cambio de paradigma requerirá no solo de innovación en las políticas públicas sino también de un compromiso renovado con la diversificación económica, aspectos cruciales para mitigar los impactos negativos derivados de la volatilidad del sector petrolero”, señaló.

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Además, el director de Analítica de Datos del Instituto Mexicano Para la Competitividad (Imco), Víctor Gómez, señaló que la próxima administración federal tendrá que definir un nuevo plan de negocios para Pemex, que contemple tanto los costos como los beneficios de diversas estrategias y que esté alineado con las realidades económicas globales y nacionales. 

Se tiene que tomar en cuenta el agotamiento potencial de las reservas petroleras y de los yacimientos y campos no explorados, hay una oportunidad para redefinir el modelo de desarrollo económico de los estados productores y del país en su conjunto.

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