CNBV, en apuros

Si bien desde hace meses se especuló la salida de Sandro García Rojas Castillo de la CNBV, fue hasta el viernes pasado cuando se informó que, por voluntad propia, el exfuncionario dejaba la dependencia para tomarse unos meses de descanso y luego evaluar las múltiples ofertas de trabajo que ya le habían presentado y que se intensificaron después de que el pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación declarara inconstitucional la prohibición por 10 años para que funcionarios de mando superior pudieran laborar en la iniciativa privada.

Quien fuera Vicepresidente de Supervisión de Procesos Preventivos de la CNBV goza de una alta reputación dentro y fuera de México, especialmente en la detección y prevención de lavado de dinero, y de hecho en muchos de los foros internacionales, especificamente el Grupo de Acción Financiera Internacional (GAFI), fungió como el máximo representante de México en este foro donde se coordinaban los esfuerzos a nivel mundial para combatir el lavado de dinero y el financiamiento al terrorismo.

Ahora a la CNBV le urge un reemplazo capaz de llenar los zapatos de Sandro García Rojas Castillo, sobretodo en la coyuntura del conflicto bélico entre Rusia y Ucrania, donde por cierto la CNBV y el Banco de México trabajan de manera sigilosa en una estrategia para blindar al sector financiero nacional de potenciales ataques cibernéticos, y eventualmente sumarse, como lo solicitó Estados Unidos, a las sanciones en contra de Rusia, especialmente en el plano financiero.

Leer más: #InformaciónConfidencial: Bankool ¿estrenará dueño? y nuevo pleito entre Kueski y Kushki

Primero Kueski

Los asesores legales de Kueski solicitaron su derecho de réplica de la información que recientemente se publicó en este espacio. 

Aclaran que el registro del nombre Kueski fue primero que Kushki y no al revés, (así lo afirmó la mención original) además dado que ambas empresas participan en el sector de pagos, los abogados de Kueski, con motivo de la semejanza en grado de confusión entre las marcas -incluso reconocida por Kushki-, se han opuesto al registro de la marca Kushki en México y en otros países de América a efecto de evitar que en un escenario de competencia desleal el consumidor sea perjudicado y también para prevenir que la distintividad y el grado de notoriedad de la marca Kueski sea diluida. 

Incluso el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial concedió una Medida Provisional a Kueski en contra de Kushki, dada la apariencia del buen derecho y el peligro en la demora, a efecto que Kuski se abstenga de realizar cualquier acto que infrinja la marca registrada de Kueski. Adicionalmente, dicho Instituto ya ha negado registros de la marca ‘Kushki’ por considerarlos semejantes en grado de confusión a la marca “Kueski”. 

Además, precisan que el producto de Buy Now Pay Later (BNPL, por sus siglas en inglés) de Kueski, llamado Kueski Pay, siempre ofrece pagos quincenales sin interés dentro de las primeras seis quincenas y tiene plazos adicionales de seis y doce quincenas con un interés ordinario diario de 0.27%. Sin embargo, y como narra la mención original, Kueski también ofrece otros productos.

Específicamente en el caso de Kueski Pay a Plazos, y Kueski Express, la tasa de interés máxima anual fija, según su propia comunicación (https://kueski.com/cat) se ubica en 97.20% y 435.60%, respectivamente.

Te puede interesar: #InformaciónConfidencial: ¿GBM tendrá su criptomoneda con el regreso de Martínez Morodo? 

Nuevo intento

Luego que Aseo Privado Institucional, Joad Limpieza y Servicios, Servicios Inmobiliarios Iroa y Tecnolimpieza Delta fueron elegidas para ofrecer dichos servicios a las terminales 1 y 2 del AICM por montos de 242.2 millones de pesos y 206.8 millones de pesos, respectivamente, la licitación LA-009KDN001-E37-2021 se puso nuevamente a concurso, aunque el veredicto pasado establecía el inicio de las operaciones en mayo de 2021 y su término en abril de 2023. 

Resulta que el Órgano Interno de Control del AICM, que encabeza Reynaldo Alvarado Ordoñez, tumbó la resolución en que se beneficiaba al consorcio vinculado sectorialmente al “rey de la limpieza”, José Juan Reyes Domínguez, donde habría un sobreprecios de 25%, si se toma en cuenta el costo de referencia que estipulado por la Secretaría de Hacienda. 

Y por si fuera poco sobre este grupo de compañías pesan múltiples denuncias por participar en un esquema dedicado a evadir responsabilidades obrero-patronales y la simulación de competencia.