Por: Itzel Castañares y Marisol Morelos

El intento fallido de una plataforma de registro de vacunación eficiente y útil, sumado al registro informal de datos personales de los adultos mayores tras la aplicación de la vacuna son reflejo de la ausencia de planificación y también del desdén a la tecnología por parte de la actual administración.

Antes de iniciar la primera etapa de vacunación contra el COVID-19, la coordinación de la Estrategia Digital Nacional lanzó una plataforma para el registro de las personas mayores de 60 años a vacunarse, la cual presentó fallas desde el minuto uno.

Una vez iniciada la campaña de vacunación, algunos funcionarios solicitaron a los adultos mayores fotos de su rostro, así como de su credencial de elector a manera de registro de la vacunación, sin pedir el folio previo registrado en la plataforma.

Dada la alta experiencia de México en programas como la Semana Nacional de Vacunación, causa extrañeza la desorganización y falta de planeación en la logística de registro y aplicación de la vacuna, señaló Jorge Bravo, director general de Digital, Policy & Law.

Cartilla electrónica, un recurso no utilizado

Para el especialista, la pandemia ha dado tiempo para la implementación de varias medidas que pudieran resultar efectivas a nivel tecnológico y de planeación, lo cual no ha ocurrido aún, particularmente de la Cartilla Electrónica de Vacunación (CEV).

Este documento nació en la administración anterior con el respaldo de la Fundación Carlos Slim, un desarrollo que en 2019 se presentó en el TRUSTECH como un caso de éxito en el uso de tecnologías seguras.

Esto, a través de la incorporación de códigos QR dinámicos y etiquetas NFC como parte de la plataforma digital de vacunación.

A la cartilla de vacunación tradicional, la de cartón, se le coloca un código donde se registra la información sobre la aplicación de vacunas de los derechohabientes, un método económico aprovechando la existencia del carnet.

A éste le colocan un parche electrónico digital, y una vez que las personas acuden a ponerse la vacuna, esa información se sincroniza en bases de datos existentes para que la Secretaría de Salud sepa quiénes están vacunados, a la par de la actualización del parche digital del carnet.

El desarrollo efectivo de la cartilla durante la pandemia habría resultado en una aplicación muy valiosa para lograr otros objetivos además de hacer un registro formal de la vacunación que sirviera en el futuro, lo que revela una falta total de visión digital, agregó Bravo.

El sector salud que es uno de los más atrasados en modernización tecnológica, pues prácticamente los derechohabientes aún tienen que hacer trámites en papel, en lugar de tener plataformas que eficienten los recursos y faciliten un mejor servicio y el acceso a salud de calidad

Jorge Bravo, director general de Digital, Policy & Law

Desarrollos como la cartilla electrónica están contemplados en la reforma constitucional, aunque deberían estar también en una agenda digital, en una estrategia; sin embargo, las soluciones han sido improvisadas, aseguró Bravo.

En su opinión, el registro ‘no sirve para nada’ puesto que toda la vacunación se ha politizado, con el objetivo de que la aplicación de la vacuna se transforme en un agradecimiento al gobierno en turno, aseveró.

“Por eso no importa ser eficiente, sino que la población quede agradecida con el presidente por estar vacunando a las personas, cuando es algo que se debe hacer”, agregó el especialista.

Más opciones

Las empresas tecnológicas comienzan a lanzar soluciones para una nueva etapa de vacunación contra el COVID-19.

Este es el caso de Salesforce, que anunció Vaccine Cloud, una tecnología que ayuda a gobiernos, organizaciones sanitarias, empresas, e instituciones educativas a gestionar sus programas de vacunación de forma más rápida, segura y eficiente. 

Organismos internacionales, federales, estatales y locales, proveedores de atención sanitaria y organizaciones sin fines de lucro de todo el mundo están utilizando la tecnología de Salesforce específicamente para la administración de vacunas.

Entre ellas están Northwell Health, el condado de Lake de Illinois, la Universidad de Massachusetts Amherst, Gavi y la Alianza de Vacunas.

Salesforce considera que, ahora que se dispone de vacunas contra el COVID-19, la mayoría de los organismos gubernamentales y organizaciones sanitarias no cuentan con la infraestructura tecnológica necesaria para manejar la complejidad, la velocidad y la escala que implica distribuir las vacunas.

Esto implica la gestión de inventarios, logística, inscripción y programación de la vacunación de las personas, así como la medición de alcance y supervisión de resultados.

El mayor reto al que se enfrenta el mundo en estos momentos es orquestar la distribución de miles de millones de dosis de vacunas. La tecnología puede desempeñar un papel fundamental para garantizar que se haga de forma eficiente, eficaz y equitativa

 dijo Bret Taylor, presidente y director de operaciones de Salesforce, en un comunicado

Al 22 de enero de 2021, con más de 2.89 millones de dosis, Chile se posicionó como el país latinoamericano con mayor tasa de vacunación COVID-19.

El país sudamericano informó haber administrado 15.1 dosis por cada 100 habitantes a esa fecha, mientras que Ecuador registró 0.05 dosis por cada 100 habitantes. México, por su parte, se ubicó en cuarta posición por detrás de Argentina con 1.31 dosis por 100 habitantes, según cifras de Statista. 

¿Cómo protegen los datos personales recabados?

En las primeras jornadas, se hizo eco en las redes sociales y en los medios de comunicación de la inconformidad por la toma de fotos a los adultos mayores y a su credencial del INE en los puntos de vacunación.

Ante los cuestionamientos de esta práctica, el subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Hugo López-Gatell Ramírez, informó desde el pasado 17 de febrero la suspensión del registro informal de los adultos mayores vacunados. 

En ese sentido dijo que la práctica obedecía ‘a un asunto operativo a nivel local y como un mecanismo práctico de documentación’. Ahora, solo solicitarán la CURP, nombre, domicilio, teléfono e historia de alergias. 

Diego Garcia Ricci, coordinador de la Especialidad en Transparencia, Rendición de Cuentas y Combate a la Corrupción de la IBERO, comentó a EL CEO que no se puede condicionar un servicio como la vacunación a la entrega de datos personales. 

En su opinión, si bien es cierto que se debe llevar un control, se puede registrar con otros datos personales como la CURP, que es la clave en poder del gobierno que identifica a todos los mexicanos.

El riesgo es la forma en cómo estaban recabando esos datos personales. Se recopilaban mediante teléfonos de servidores de la nación. Esos teléfonos no son propiedad del Estado, sino de particulares y estarán sujetos a las reglas de esos particulares

 Diego Garcia Ricci

El profesor destacó que no basta con un aviso de privacidad en el sitio web de registro para vacunación, debido a que no es una licencia para que se pida cualquier tipo de datos. 

“Hay datos que no pueden recopilarse con el propósito de una vacunación, como puede ser la foto o el INE. No deberían pedir esos datos y, en tal caso, exhibir los avisos de privacidad de los que sí se van a pedir”, agregó García Ricci. 

Además, considera importante que México está en la antesala de un proceso electoral y que los datos personales de los adultos mayores pueden ser mal utilizados para ese proceso. 

En ese sentido, dijo que no se puede correr el riesgo de que se haga uso de los datos personales para coaccionar el voto, un escenario que puede ocurrir y que ha pasado en otras elecciones.