Las remesas son un punto clave para la economía de América Latina y el Caribe debido a la gran cantidad de migrantes de los países de esta región y al número de personas que cuentan con éstas como sus principales ingresos; sin embargo, aún existen algunos retrasos cuando se habla de digitalización.
Durante 2022, el volumen de remesas formales en América Latina alcanzó 146,000 millones de dólares (mdd), lo que significó un crecimiento de más de 200% respecto a lo registrado hace una década. Para 2024 la proyección apunta a que la aceleración de este indicador continuará.
Pero con ella también llegarán mayores retos en materia de simplicidad y seguridad. En este sentido el manejo de las remesas se verá obligado a seguir adoptando la digitalización para mejorar sus servicios hacia el consumidor.
Retos y oportunidades en la digitalización de remesas
Entre los principales retos que el informe “El futuro de las remesas en América Latina”, realizado por Mastercard, localizó rumbo a la adopción digital dentro de las remesas se encuentran la falta de transparencia, confianza y seguridad en el sistema.
Asimismo, existe falta de conocimiento de las herramientas por parte de los usuarios y en algunos casos existe lentitud en las transacciones. Además, en diversos países no hay una regulación que permita tener un correcto control de los movimientos.
Para mejorar estas condiciones, la institución financiera apuntó la urgencia de adecuarse a las necesidades de los usuarios, como permitirles hacer uso del dinero tanto de forma digital como en efectivo.
Agregó que es necesario apegarse a la normatividad y continuar innovando, lo que a su vez abonará a generar mayor transparencia y seguridad en las transacciones.
Finalmente, los proveedores de servicios deben abonar a la educación financiera de los entornos en donde operan, así como generar ciertas recompensas para los clientes que han mostrado fidelidad.
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