Un guatemalteco que resultó muerto el lunes en la frontera sur fue abatido por disparos de un militar mexicano, admitió este martes el secretario de la Defensa Nacional, Luis Cresencio Sandoval.
El presunto autor del crimen “está a disposición del Ministerio Público federal”, dijo el funcionario en la conferencia matutina del presidente Andrés Manuel López Obrador.
El suceso tuvo lugar la tarde del lunes en una recóndita localidad de Chiapas cuando, relató Sandoval, un automóvil se acercó a un puesto limítrofe, frenó y dio marcha atrás, “tratando de huir”. En ese instante, prosiguió, hubo “una reacción errónea” del personal militar mexicano.
“No hubo ninguna agresión con arma de fuego o una agresión de alguna otra manera, pero uno de nuestros elementos hace algunos disparos”, explicó. La víctima murió poco después, pese a ser atendido en el lugar. Guatemala ha condenado la muerte del hombre, al que identificó como Elvin Mazariegos.
“Lamentamos la muerte del nacional guatemalteco Elvin Mazariegos en Mazapa de Madero, Chiapas. Habrá acuerdo de reparación y acciones judiciales contra el responsable”, sostuvo Maximiliano Reyes, subsecretario para América Latina y el Caribe de la cancillería mexicana.
El gobierno de México lanzó este mes varios operativos migratorios en sus límites con la nación centroamericana, luego de que Washington dijera que enfrenta la mayor alza de migrantes en su frontera sur en 20 años.
Dos horas después del suceso, unas 300 personas, entre mexicanos y guatemaltecos, y algunas en vehículos, se acercaron a ese punto limítrofe, agredieron “en forma verbal, con palos y piedras” a los uniformados, secuestraron a 15 efectivos y se llevaron tres vehículos y 17 armas, narró Sandoval.
Su liberación, ocurrida de madrugada tras permanecer retenidos durante 12 horas, fue negociada por dos comandantes mexicanos de la zona previo pago de una compensación económica y con el compromiso de hacer justicia.
En Twitter, la Policía Nacional Civil (PNC) guatemalteca informó que los liberados fueron transferidos a las autoridades de México “bajo compromiso de que los juzguen por este hecho ocurrido en el vecino país”.
El fin de semana, Victoria Salazar, una migrante salvadoreña, murió en Tulum tras ser sometida por la policía.
Oscar Montes de Oca, fiscal del estado de Quintana Roo, dijo que los cuatro policías involucrados aplicaron, al momento de someter a Salazar, una “fuerza desproporcionada y con alto riesgo para vida de la víctima”.
Con información de Reuters y AFP