Theranos, una empresa americana de tecnología enfocada al sector salud, consiguió levantar 700 millones de dólares en inversiones, lo que resultó en una valuación de 10,000 millones de dólares en 2014. Ahora, su fundadora Elizabeth Holmes se encuentra a la espera de un juicio por fraude. ¿Cómo se dio esa estrepitosa caída?
En 2003, Elizabeth Holmes, una estudiante de medicina de 19 años, solicitó una patente para un parche que monitoreaba continuamente la sangre del usuario y administraba la dosis adecuada de medicamento. El proyecto emocionó tanto a Holmes que decidió abandonar sus estudios en Stanford y comenzar Theranos.
En el primer año, la compañía logró una inversión de un millón de dólares de parte de uno de los vecinos de Holmes. En la infancia de la empresa, dependió siempre de la fama de sus inversionistas. Sin embargo, Theranos nunca consiguió establecerse con inversionistas experimentados en el sector salud.
La promesa que trajo fama a la compañía fue la habilidad de llevar a cabo múltiples estudios sanguíneos con sólo pinchar la yema de un dedo, desde la comodidad de tu hogar. Esto debía funcionar a partir de cartuchos que recibían la sangre y se introducían a la máquina propietaria de Theranos. La máquina enviaría los resultados a un laboratorio que estaría a cargo de interpretarlos.
When you walk in for a Theranos lab test, we treat you as we’d like to be treated. As a guest, not a number.https://t.co/H4CmlLTWCr
— Theranos (@theranos) December 9, 2015
La máquina eliminaba la necesidad de enviar muestras a laboratorios y disminuía el tiempo de respuesta, además de que era el sueño de quienes odian las jeringas. Sin embargo, los distintos procesos necesarios para realizar las pruebas hacía imposible concentrarlas en el tamaño de maquinaria que la compañía pretendía. Es decir: para que la máquina fuera viable, la compañía tendría que realizar grandes descubrimientos en múltiples disciplinas de análisis.
El principal problema es que Theranos estaba liderado por Holmes, quien sólo tenía 2 semestres de experiencia en medicina. En 2006, Theranos anunció Edison, la segunda versión de su máquina, que nunca obtuvo aprobación gubernamental y que no era capaz de realizar todos los estudios que la compañía afirmaba.
Tras el anuncio de Edison, Theranos comenzó a realizar estudios en pacientes con cáncer, de la mano de Pfizer, a pesar de que Holmes sabía que su producto no estaba listo.
La inercia de la compañía le permitió contratar a figuras importantes que le daban mayor seriedad, entre ellos estuvieron Avie Tevanian (exvicepresidente de software en Apple), Don Lucas (mentor del fundador de Oracle), Henry Kissinger, George Shultz (exdirector de la oficina de presupuesto de EU) y Jim Mattis (futuro secretario de defensa de EU).
Health is a basic human right, for every single person. #HumanRightsDay pic.twitter.com/RNV8jqYwEf
— Elizabeth Holmes (@eholmes2003) December 11, 2015
En 2010, las cadenas de farmacias Walgreens y Safeway estaban interesadas en introducir Edison a todas sus sucursales. Theranos presentó una lista de 192 pruebas que podrían realizarse, de las cuales solo la mitad eran teóricamente posibles. Estas asociaciones terminarían llevando a Theranos más de 105 millones de dólares por concepto de inversiones y préstamos.
Durante el proceso, Safeway invirtió más de 350 millones de dólares para adecuar sus sucursales a las nuevas máquinas. Theranos prolongó el envío de la maquinaria e incluso comenzó a realizar pruebas en tecnología existente sin informarle a Safeway.
En octubre de 2015, John Carreyrou, reportero del Wall Street Journal, hizo público que Theranos estaba utilizando máquinas tradicionales, y no Edison, para realizar los estudios. El reportaje atrajo a exempleados y fuentes anónimas que ayudaron a continuar con la investigación.
Theranos founder Elizabeth Holmes to face trial on fraud charges https://t.co/8fU1nZD81N pic.twitter.com/X9aYfMmWeT
— The Hill (@thehill) July 1, 2019
A finales del mismo año, la Administración de Drogas y Comida de Estados Unidos realizó una inspección sorpresa a Theranos, en la que descubrió que Edison sólo era capaz de realizar 12 de las 250 pruebas que la compañía anunciaba. Incluso en estas 12 pruebas los resultados no eran confiables.
Tras el reporte, distintos inversionistas e incluso algunos pacientes demandaron a la compañía por la falsificación de los estudios. El monto de las demandas rebasa los 400 millones de dólares. Holmes ha sido suspendida por el SEC de Estados Unidos, por lo que no puede formar parte de una compañía pública en los próximos diez años. El proceso criminal al que se enfrenta la podría poner tras las rejas por 20 años.
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