El consorcio conformado por las empresas constructoras de Carlos Slim CICSA y FCC resultaron las ganadoras de la licitación del segundo tramo del Tren Maya, con una propuesta económica de 18,553.7 millones de pesos.

La licitación adjudicará la elaboración del proyecto ejecutivo del tramo de 235 kilómetros que va de Escárcega a Calkiní en el estado de Campeche. La licitación incluye la elaboración del proyecto ejecutivo, construcción de plataforma y vías férreas, suministro de materiales, vialidades, sistemas de drenaje, entre otros trabajos.

La propuesta de Slim resultó ganadora de entre 15 consorcios tras obtener 94.06 de 100 puntos. La firma del contrato se realizará el 12 mayo tras lo cual recibirá un anticipo del 20% del contrato equivalente a 1,661.5 millones de pesos


Las empresas de grupo Carso han mostrado interés de estar en el proyecto desde el primer momento, pues han enviado propuestas económicas y técnicas para la construcción de los tres tramos que han iniciado proceso de adjudicación.

La propuesta no era la de menor costo, sin embargo, de acuerdo con el titular del Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur), Rogelio Pons, el costo no es el único que se evalúa.

“En la licitación 1 había precios más bajos que la opción ganadora pero no demostraron tener capacidad técnica y tenemos que tener la certidumbre de que la propuesta no solo sea razonable económicamente sino que tenga capacidad técnica e institucional” dijo Rogelio Jiménez Pons en entrevista con EL CEO.

Sigue avanzando

Entre las críticas que ha recibido el proyecto es que no ha detenido el proceso durante la contingencia por COVID-19. La recepción de documentos, y las lecturas de fallo como otros eventos se han realizado de manera presencial aunque con restricción de visitantes y a los funcionarios y representantes empresariales se les ve usando guantes y cubrebocas durante los eventos, pero el proyecto no se detiene.

Durante mayo comenzará el proceso de construcción de los dos primeros tramos y ya se ha avanzado en la instalación de “frentes” en la zona, es decir campamentos para los trabajadores.

“Si estás en cualquier ciudad grande los trabajadores llegan por medio del transporte público pero aquí es distinto. Hemos tenido que hacer cada 10 kilómetros un frente que son los campamentos. Aquí va empezar poca gente y ya como vaya avanzando se va incrementando poco a poco la actividad para que agarremos de bajada la pandemia y nosotros podamos para llegar oportunamente a la generación de empleo necesario en toda la región” dijo Rogelio Jiménez Pons en entrevista con EL CEO.

Además de eso se han tenido que detener otros procesos de compra como de las vías pues están esperando una recuperación del precio del peso frente al dólar para poder mantener en el rango de lo planeado el presupuesto.