El gigante petrolero Saudi Aramco reportó una caída de 44.4% de sus ganancias netas en 2020, ante la baja de los precios del crudo y las afectaciones a la demanda mundial debido a la pandemia.

“Aramco tuvo un beneficio neto de 49,000 millones de dólares en 2020”, frente a los 88,200 millones del año anterior, precisó la empresa en un comunicado.

Con ello, Aramco perdió el título de la empresa más rentable del mundo ante Apple, que durante su año fiscal 2020 obtuvo ganancias por 57,400 millones de dólares, tras romper récords de ventas de sus principales productos entre octubre y diciembre, gracias a la temporada navideña.

Arabia Saudita, primer exportador mundial de petróleo crudo, fue golpeado el año pasado por los precios bajos y las fuertes reducciones de la producción.

Los ingresos se vieron afectados por la baja de los precios del petróleo crudo y de los volúmenes vendidos, así como por la reducción de los márgenes sobre el refinado y los productos químicos

detalló la empresa

Sin embargo, la compañía considera que mostró “una gran resiliencia financiera en uno de los periodos más difíciles para la industria”.

En las últimas semanas, los precios del crudo aumentaron a más de 60 dólares el barril.

Aramco ha mostrado una disminución consecutiva de sus beneficios desde que la empresa comenzó a divulgar sus resultados en 2019 tras su salida a bolsa.

Esta situación ha ejercido presión sobre las finanzas públicas en momentos en que Riad lleva a cabo ambiciosos proyectos para diversificar la economía dependiente del petróleo.

El año pasado, el gigante energético registró un beneficio neto anual para 2019 en retroceso de un 20.6% respecto a 2018.

Proyecciones positivas para 2021

Este lunes, el presidente de Saudi Aramco dijo que la compañía energética controlada por el Estado es optimista sobre el mercado del petróleo y prevé que habrá una recuperación de la demanda en 2021.

“Somos muy optimistas sobre la demanda por petróleo en el futuro”, mencionó el CEO, Amin Nasser, en una conferencia con analistas.

Nasser señaló que Aramco está en la fase de ingeniería de detalle para aumentar su capacidad máxima sostenida a 13 millones de barriles por día, un alza de un millón de barriles diarios.

Añadió que la compañía aumentaría su capacidad en incrementos sucesivos en los próximos años. Como parte de un acuerdo entre la Organización de Países Exportadores de Petróleo y sus aliados, Arabia Saudita se comprometió en disminuir su producción en un millón de barriles diarios entre febrero y marzo, a fin de estabilizar al mercado.

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Dividendos repartidos

Aramco repartió 75,000 millones de dólares de dividendos entre sus accionistas, un monto que supera el beneficio declarado en su reporte.

Pese a la pandemia, “hemos puesto aún más énfasis en la rentabilidad de nuestro capital y en nuestra eficacia operativa”, lo que permitió el pago de dividendos, afirmó Nasser.

Estos pagos ayudan al gobierno saudí, primer accionista de la compañía, a gestionar el inmenso déficit presupuestario del reino.

La empresa reducirá sus gastos en capital en 2021 “a unos 35,000 millones de dólares, mucho menos que los 40,000-45.000 millones” previstos inicialmente, precisa el comunicado.

Para hacer frente a la coyuntura económica, la compañía ha reducido sus gastos de inversión y ha suprimido cientos de puestos de trabajo, informó Bloomberg News en junio del año pasado.

La fuerte caída de los ingresos del petróleo podría obstaculizar los ambiciosos planes del príncipe heredero, Mohamed bin Salmán, ya que la diversificación de la economía que propugna debe financiarse en gran medida con los ingresos energéticos.

En enero, Riad anunció la intención de su país de vender más acciones de Aramco en los próximos años. El dinero generado se transferirá al Fondo de Inversión Pública del país.

Con información de AFP y Reuters