Deportivo Oceanía: el búnker de Live Talent en la batalla contra Ocesa
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Deportivo Oceanía: el búnker de Live Talent en la batalla contra Ocesa

Live Talent quiere convertirse en el nuevo competidor serio de Ocesa, la tercera promotora de espectáculos más grande del mundo.

Para lograrlo eligió como su principal base de operaciones al Deportivo Oceanía, inmueble que la empresa utilizó por primera vez el 30 de noviembre y 1 de diciembre para el festival de heavy metal Knotfest meets Force Fest.

La cancelación de las presentaciones de Slipknot, Evanescence y Philip H. Anselmo & the Illegals por problemas con la seguridad en el recinto empañaron la “graduación” de Live Talent como productora de espectáculos de primera línea en México.

Las críticas por la cancelación de tres de las bandas estelares del Knotfest ocasionaron que Live Talent y el evento se convirtiera en uno de los temas más comentados en Twitter a nivel nacional durante la mañana del 1 de diciembre, según el archivo del sitio Trending Topics México.

Por ello, la firma ahora se debe enfocar en demostrar que tiene la capacidad logística para organizar sin contratiempos un evento con más de 30,000 asistentes, dice Jon Uriarte Uranga, director de Ticketbis, plataforma de venta de entradas para conciertos.

“Si quiere trascender, tiene que aprovechar el siguiente año para mejorar su planificación de eventos y recuperar la confianza del público”, dice Uranga.

Problemas de seguridad

Live Talent es una empresa dedicada a la organización de eventos musicales, principalmente de rock, heavy metal y música electrónica.

Tiene operaciones en al menos 20 inmuebles repartidos en ocho estados del país. Hasta ahora ha organizado más de 100 eventos, entre los que ha vendido más de 800,000 boletos, según su página web.

El Deportivo Oceanía es su centro de operaciones más importante y el primero que le permite organizar eventos con más de 30,000 espectadores en la Ciudad de México, aunque hasta ahora se desconoce su capacidad total de aforo.

Cerca del cierre del primer día de actividades del Knotfest meets Force Fest, algunos asistentes rompieron una valla que separaban la zona general de la preferente, por lo que Evanescence y Slipknot tuvieron que cancelar sus presentaciones.

Live Talent dijo al día siguiente que detectó “grupos de choque” que ocasionaron fisuras a una de las barricadas, desatando el caos que terminó con la quema de la batería de la banda liderada por la vocalista Amy Lee.

Tras la cancelación de dos de los invitados principales -a las que se sumó la de Phill Anselmo que tocaba al siguiente día- la firma anunció un plan de reembolso, aunque hasta el momento no se sabe cuántos clientes lo han solicitado.

La cancelación de las bandas y los riesgos a los que estuvieron expuestos los asistentes le costó a Live Talent además “una gran parte de la credibilidad necesaria para volver a llenar algún espectáculo AAA”, opina Uranga.

Rumbo al 2020

Esta no fue la primera vez que un evento organizado por Live Talent concluye con quejas de los asistentes por problemas logísticos.

La intensa lluvia que cayó durante el primer día del Force fest el año pasado en Teotihuacán ocasionó el cierre de la zona para acampar, el atasco de decenas de vehículos en el estacionamiento y hasta una persona electrocutada.

La segunda prueba “de fuego” para Live Talent y el Deportivo Oceanía llegará el 14 y 15 de marzo de 2020, cuando sea sede de la décima edición del festival Hell & Heaven.

Como una afrenta directa, la empresa eligió realizar el evento en las mismas fechas del Vive Latino, el evento estrella de Ocesa que se llevará a cabo en el Foro Sol, a menos de 10 kilómetros de distancia.

Hasta el momento se desconoce el listado completo de los artistas que se presentarán en el festival. Sin embargo, los boletos para el festival liberados durante la preventa en octubre se agotaron en tan solo cuatro horas.

Se espera que Live Talent libere el resto del boletaje para el evento cuando revele las “más de 70 bandas que se tienen contempladas”. Hasta el momento el cartel parcial incluye a bandas como Manowar, Amon Amarth, Static-X, entre otra veintena.

Entre los artistas internacionales con los que ha organizado conciertos en México se encuentran bandas como Rammstein, de Alemania; Slayer y Korn, de Estados Unidos; Judas Priest, de Reino Unido; y System of a down, de Armenia, entre otros.

EL CEO intentó hablar con Live Talent pero no ha obtenido respuesta.

Monopolio de un gigante

Ocesa fue la tercera promotora de conciertos más grande del mundo en 2018, de acuerdo con Pollstar la agencia especializada en el negocio de los conciertos musicales de todo el mundo.

Entre los más de 3,100 eventos que organizó, vendió cerca de tres millones de boletos, según la firma, aunados a los negocios de patrocinio, alimentos y bebidas en sus 14 sedes que tiene en México, entre las que suma una capacidad de 250,000 asientos.

De acuerdo con el  reporte Entertainment and Media Outlook México 2016-2020, de la consultora PwC, en México los conciertos en México generarán ingresos por 448 millones de dólares (mdd) en 2020.

Otros competidores de la empresa han intentado, obtener una rebanada mayor del negocio de conciertos. La mayoría, con excepciones contadas como la regiomontana Zignia live, ha fracasado.

Este predominio ha llevado a territorio jurídico la lucha de Ocesa por mantener su supremacía.

La Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece) le impuso el año pasado a la compañía “compromisos” para restaurar la competencia en el mercado de producción de espectáculos en vivo, operación de centros para espectáculos y venta automatizada de boletos en el país.

Los compromisos incluyen eliminar las cláusulas de exclusividad de sus contratos con artistas y operadores ajenos y prohíbe incrementar la acumulación de derechos sobre inmuebles con capacidad superior a 15,000 asistentes en la Ciudad de México por los próximos cinco años.

No obstante, en julio de este año, Ocesa pasó a manos de Live Nation, la organizadora de espectáculos más grande del mundo que compró el el 51% de las acciones de la compañía (40% era propiedad de Televisa).

Este cambio, que es visto como una amenaza contra la competitividad en el sector, está a la espera de aprobación por parte de la Cofece.

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