Pese a que ha sido un año complicado a nivel local e internacional, el riesgo país de México se encuentra en niveles mínimos de cinco años.

El riesgo país, medido a través de los Credit Default Swaps (CDS) a cinco años, cerró en 84.93 puntos el viernes, su nivel más bajo desde el 3 de diciembre de 2014, de acuerdo con datos de Bloomberg.

Los CDS son una especie de seguro en contra del impago de un bono emitido del gobierno.

“México es uno de los países más atractivos financieramente hablando y menos riesgosos. Tienes equilibrios macroeconómicos, finanzas públicas con superávit primario, tasa altas y una moneda subvaluada”, comentó Joel Martínez, director general de Visor Financiero.

La cuenta corriente registró un superávit de 0.7% en el tercer trimestre del año, mientras que el superávit primario sumó 279,868 millones de pesos, según datos de Banco de México y Hacienda.

En términos relativos, con el escenario de baja de tasas en todos lados y como se mide este indicador de riesgo, a México lo siguen viendo, en términos de economías emergentes, atractivo o menos riesgoso. Cuando uno hace las comparaciones frente a otras países, México se sigue diferenciado independientemente de las  dudas que pueda haber de política interna

comentó James Salazar, subdirector de análisis económico de CI Banco.

Aunque Banco de México inició desde hace unos meses con la baja de su tasa de interés referencial, aún es de las más altas del mundo, solo superada por Turquía o Argentina, que enfrentan una seria crisis económica.

Lo anterior es un factor que ha permitido que los activos financieros de México mantengan su atractivo, en particular la el peso mexicano que se ha apreciado 2% en lo que va de 2019.

Los especialistas coincidieron en que por ahora el punto débil de México es la falta de crecimiento económico. Recientemente, Banco de México recortó su estimado de crecimiento para la economía a un rango de entre -0.2 y 0.2%.

El riesgo país se ha mantenido en mínimos de cinco años pese a una nueva incertidumbre por la aprobación del T-MEC, que se ha convertido en un dolor de cabeza para las autoridades mexicanas.

Jesús Seade, el subsecretario para América del Norte y negociador comercial para la región, trabaja –una vez más– a marchas forzadas para destrabar el proceso de ratificación en Estados Unidos, en donde ha encontrado reticencia de los demócratas.

Adicionalmente, el representante comercial de Estados Unidos, Robert Lighthizer, revisa una demanda en las conversaciones del T-MEC para fortalecer el umbral de lo que califica como acero y aluminio de América del Norte, una medida destinada a atraer el apoyo de trabajadores de Estados Unidos.

“No es que no preocupe (el T-MEC), pero está funcionando el TLCAN y es un gran acuerdo, a lo mejor sí hubo mejoras, pero la cuestión comercial sigue estando vigente”, dijo Salazar.

Este domingo, el canciller Marcelo Ebrard y Jesús Seade informaron a la Junta de Coordinación Política del Senado que hay cinco “líneas rojas” en la negociación del T-MEC, en las que México no está dispuesto a ceder en varios puntos.

Los temas son: los inspectores laborales que Estados Unidos pretende entren a territorio mexicano, así como medio ambiente, medicamentos genéricos, acero y aluminio.

Ebrard dijo que los inspectores laborales no serán aceptados y, en cambio, México ve con buenos ojos los paneles para resolver controversias.

En cuanto al acero y el aluminio, Estados Unidos pretende ajustar la definición de acero y aluminio de América del Norte para garantizar que los metales se derritan y viertan dentro de los tres países, y no simplemente llegue como terminado.

Ebrard dijo que México ya ha dejado claro que en el caso del acero,  le generaría muchos problemas, por lo que en la próxima reunión con los negociadores “les diremos que no aceptaríamos de ninguna manera que esa obligación entra en vigor en el momento en que el Tratado sea ratificado y entre en vigor, sino que tendrá que ser con un plazo de más de cinco años; caso contrario, no lo aceptaríamos por ningún motivo”.

Para el aluminio, México no aceptará ningún plazo ya que México no tiene el recurso primordial del aluminio, que es la bauxita.

Mientras tanto, Jesús Seade viajará este lunes a Washington D.C. para dar a conocer la posición de México a su contraparte estadounidense encabezada por Robert Lighthizer.