Ante la incertidumbre y la inversión de la curva de rendimientos, los inversionistas se tienen que “mantener en una posición defensiva”, recomienda Morgan Stanley.

“Una curva invertida tiene implicaciones para las acciones”, aseguró a CNBC el estratega de acciones del banco, Michael Wilson.

“Desde nuestro punto de vista, las tasas de interés más bajas solo son buenas hasta cierto punto porque eventualmente la caída de las tasas no solo implica que la Fed dé a los inversionistas ‘luz verde’ para tomar más riesgo, sino que también frena el crecimiento”, añadió.

El diferencial entre los bonos del Tesoro estadounidense a tres meses y 10 años se invirtió el pasado viernes por vez primera desde 2007, un día después de la sorpresa que dio la Fed, al mantener las tasas de interés entre 2.25% y 2.50% y prácticamente descartar nuevas alzas este año.

Una serie de datos económicos débiles, incluidas cifras de empleo en febrero que quedaron muy por debajo de las expectativas de analistas, respaldaron la decisión de la Fed de pausar sus aumentos de tasas.

Pero Morgan Stanley no está de acuerdo y Wilson afirma que el movimiento del organismo autónomo no era el que esperaban los inversionistas, “ya que la curva de rendimiento se invirtió de inmediato”.

El banco central detalló que terminaría de reducir su balance en septiembre, siempre que las condiciones de la economía y del mercado monetario evolucionen como se espera.

“Creemos que su final (del ajuste a la hoja de balance) es un recorte de tasas y una Reserva Federal que está recortando (tasas) es bajista para las acciones”, explicó el estratega de acciones del banco.

¿Cuál es el plan de defensa de Morgan Stanley? Recomendar a los inversionistas que compren acciones en los sectores de servicios públicos y productos básicos de consumo, mientras son recelosos ante acciones de consumo discrecional o de tecnología.