Agustín Carstens, el exgobernador del Banco de México y ahora gerente general del Banco Internacional de Pagos (BIS, por sus siglas en inglés), tiene al bitcoin y a otras criptomonedas en la mira.

Más allá de la especulación que genera el bitcoin en los mercados, su uso en la vida cotidiana de las personas aún genera dudas.

“El debate (sobre la adopción de criptomonedas) no es principalmente sobre conveniencia y digitalización; más bien, se trata de cambios fundamentales en ambas partes del sistema que supervisan los bancos centrales: dinero y pagos. Hasta ahora, los experimentos no han demostrado que las nuevas tecnologías funcionen mejor que las existentes, dijo Carstens en un discurso en Dublin, Irlanda, a finales de marzo.

No es la primera vez que el BIS, el banco central de los bancos centrales del mundo, cuestiona las criptomonedas.

A mediados del año pasado, en su informe económico anual, la institución mencionó que estos activos son inestables, consumen bastante electricidad y son objeto de excesiva manipulación como para que sirvan como medios de intercambio.

“Lo que da valor a las criptomonedas, sin considerar la cadena de bloques, es la aceptación que tengan como método de pago. Entre más se acepten, podrán a empezar a tener valor y, quizás, no tengan tanta volatilidad. Hoy en día, no hay nada que las respalde”, dijo Gerardo Obregón, fundador de Prestadero, plataforma de crowdfunding en México.

La decepcionante realidad se une a las altas expectativas (no cumplidas) de emprendedores e inversionistas.

En 2017, la fiebre por las ofertas iniciales de monedas (ICO, por su sigla en inglés) llegó a su punto más alto, pero un año después arrojan un dato preocupante: 86% de esas ICO fracasaron, según información de TokenData, plataforma que recopila información de criptomonedas.

Una ICO sirve para financiar el nacimiento de una nueva criptomoneda y un proyecto empresarial. TokenData menciona que las pérdidas por ICO ascienden a 6,000 millones de dólares que no regresarán a las manos de los inversionistas.

Los cambios

La poca aceptación de las criptomonedas como método de pago y los fracasos de las ICO provocaron cambios en la industria.

La única manera en la que el ecosistema ha encontrado una adopción por parte del mercado regular y del sistema financiero tradicional viene de la mano de stablecoins

dijo Cipactli Jiménez, cofundador de snowball.mx, ecosistema de inversión.

Las stablecoins son un nuevo tipo de criptomonedas que están asociadas al valor de una moneda como el dólar o el euro, a bienes como el oro, o a otra criptomoneda. “La principal motivación para crear una stablecoin es tratar de dar refugio a los inversionistas en momentos de volatilidad”, publicó BBVA en un reporte.

Una de las stablecoin que ha despertado el mayor interés y de la que se tiene poca información es la que está desarrollando JP Morgan.

Bitcoin se recupera

El precio del bitcoin se ha recuperado en lo que va del año. Al cierre de la sesión del miércoles cotizaba por arriba de los 5,100 dólares por moneda, algo que no sucedía desde mediados de noviembre; acumula una ganancia de 39.30%

Solo en los primeros días de abril, la criptomoneda más popular del mercado presenta un rendimiento de 25.68%.

El repunte en el precio del bitcoin atrae la atención de público en general, al menos es lo que indican las búsquedas en Google. Cuando el bitcoin retomó el nivel de 5,000 dólares (el miércoles), las búsquedas por el activo digital aumentaron. Nigeria encabeza los países donde los usuarios han buscado más la palabra “bitcoin”, de acuerdo con Google Trend.

Pero mientras el propio ecosistema de criptomonedas busca adaptarse al mercado actual, el BIS tiene una postura clara.

Tenemos que asegurarnos que las innovaciones establezcan el rumbo correcto para la economía, para las empresas, para los ciudadanos y para la sociedad en general; los bancos centrales están actuando con cautela y considerando todos los asuntos relevantes

dijo Carstens, en su discurso.