El oro y, en menor medida, la plata, son dos activos que han esquivado los impactos del COVID-19 y pueden recibir un impulso extra si el dólar estadounidense se debilita. Si esto sucede, una de las principales beneficiadas será la mexicana Industrias Peñoles, del empresario Alberto Baillères.

En lo que va del año, el oro avanza 16.82% y la plata 0.07%, números atractivos si se comparan con índices accionarios como el S&P 500, el Promedio Industrial Dow Jones y el S&P/BMV IPC, de la Bolsa Mexicana de Valores, que tienen bajas de 5.50, 10.31 y 13.26%, respectivamente.

Debemos analizar, en estos momentos, al oro y la plata como materias primas, no como activos de refugio. Para que tengan un mayor impulso es necesario que el dólar se debilite y eso beneficiará a las monedas de América Latina y a las materias primas

dijo Pattie Jabbaz, socia fundadora de Jabbaz & Assoc.

Peñoles tiene un comportamiento similar al oro este año. Las acciones de la minera han subido 15.75%. En la jornada del lunes cerraron en 229.42 pesos y las perspectivas para la emisora son positivas.

El desempeño de la acción de Peñoles dependerá del comportamiento del oro. Al metal dorado le vemos potencial que pueda alcanzar los 2,000 dólares por onza y Peñoles se puede ubicar en una zona de 265 pesos para finales de 2020

comentó Jacobo Rodríguez, director de análisis financiero de Black Wallstreet Capital.

Si el pronóstico es acertado, el oro y Peñoles tendrán -cada uno- un rendimiento de 13% para finales de 2020.

Deberías leer: Precio del centenario se acelera y pone trabas a los posibles compradores

Alberto Baillères es uno de los hombres más ricos de México, y en el pasado ha tenido algunos desencuentros con el presidente Andrés Manuel López Obrador, aunque ahora es uno de los empresarios que junto con Carlos Slim y Germán Larrea han dicho apoyar el plan económico del gobierno para enfrentar la contingencia sanitaria por el COVID-19.

Adicionalmente, algunas de las concesiones mineras de Industrias Peñoles tienen fecha de vencimiento al menos hasta 2065.

Oro, perspectiva sólida

El oro luce sólido hacia la segunda mitad del año debido a los niveles de incertidumbre que pesan sobre el mercado. Disturbios civiles en Estados Unidos, tensiones comerciales con China, el temor de un rebrote de COVID-19 y las elecciones presidenciales pueden reavivar la demanda por el metal, de acuerdo con un análisis de FocusEconomics.

La plata, aunque desde la parte de los fundamentales puede verse impactada por un desconfinamiento más lento de lo esperado y el temor de un rebrote, luce atractiva desde la parte técnica

Deberías leer: Onza libertad de plata, una alternativa de inversión más accesible que el centenario

Es importante que la plata se mantenga por encima de 17.70 dólares. Los niveles que tocó a mediados de marzo marcaron una oportunidad de compra y ahorita se puede ver una trayectoria alcista del metal

dijo Jabbaz.

El 18 de marzo, la plata cerró en 12.005 dólares por onza. En la sesión del lunes se ubicó en 17.862 dólares, un alza de 49%.

El oro y los bonos del Tesoro de Estados Unidos son considerados como activos de refugio ya que sirven para hacer frente a la incertidumbre que pesa en el mercado; su función principal es proteger el capital del inversionista.

La idea de un dólar menos fuerte se empieza a materializar. Aunque la divisa estadounidense avanza 1.11% en lo que va del año, en los últimos tres meses ha cedido terreno, de acuerdo con el índice DXY, que mide el comportamiento del dólar contra el euro, el yen japonés, la libra esterlina, el dólar canadiense, la corona sueca y el franco suizo. Este lunes, el DXY se ubicó en 97.46 unidades, cerca de su nivel más alto desde inicios de junio.

La debilidad del dólar puede tener su origen en las bajas tasas de interés que tiene la Reserva Federal (Fed), las cuales se ubican en un rango de 0 a 0.25% y los miembros del Comité de Mercado Abierto de la Fed espera mantenerla sin cambios hasta 2022.

Deberías leer: Reserva Federal estima contracción de 6.5% del PIB este año y deja sin cambios su tasa de interés

Las tasas de interés bajas provocan que pedir prestado sea más barato, incentiva el gasto y crecimiento económico. Además, hace que los bonos del Tesoro no sean tan atractivos para invertir y con ello, los inversionistas voltearán a otra clase de activos, lo que debilitará al dólar.