La torre Eiffel reabrió el viernes al mediodía después de ocho meses y medio sin visitantes debido a la pandemia de COVID-19, su cierre más largo desde la Segunda Guerra Mundial.

Sin embargo, la reapertura tendrá una afluencia limitada a 13,000 personas por día, alrededor de la mitad de sus visitantes prepandemia, para observar las medidas de distanciamiento social.

Los elevadores de la “Dama de Hierro” elevaron de nuevo a los turistas a su cumbre de 300 metros para contemplar las majestuosas vistas de la capital francesa mientras tocaba una banda de música. 

“El turismo está regresando a París y podemos volver a compartir la felicidad con visitantes de todo el mundo”, indicó Jean-Francois Martins, director de la sociedad que gestiona la Torre Eiffel.

El célebre monumento parisino fue impactado por las restricciones para contener la pandemia y su empresa operadora fue recapitalizada en unos 70.7 millones de dólares para enfrentar un déficit de unos 141.5 millones de dólares acumulado en 2020 y 2021.

A partir del miércoles de la próxima semana, los visitantes deberán mostrar un comprobante de vacunación o una prueba negativa, de acuerdo con los requisitos impuestos recientemente por el gobierno francés, ante el repunte de los casos de COVID-19.

Martins comentó que obviamente es una complicación operativa adicional, pero es manejable”.

Las reservas anticipadas de boletos para el período vacacional de verano boreal evidenciaron los cambios en la industria turística de París debido a las restricciones de viaje.

El director comentó que había una “casi total ausencia” de británicos con reservas de billetes, mientras 15% de los demandantes de tickets son de Estados Unidos y unos pocos de Asia.

Se prevé que la mitad de los visitantes serán franceses, mientras que italianos y españoles tienen una proporción más alta de lo habitual.