Un impago de la deuda por parte de Estados Unidos, un escenario abierto ante la falta de acuerdo en el Congreso para elevar el límite de endeudamiento del país antes del 18 de octubre, puede desencadenar una nueva recesión, advirtió el martes la secretaria del Tesoro estadounidense, Janet Yellen.

“Prevemos que provoque una recesión”, dijo Janet Yellen en una entrevista en la CNBC. Los republicanos se niegan a votar para aumentar el nivel máximo de deuda del país, un procedimiento que suele ser rutinario.

Yellen advirtió anteriormente que Estados Unidos no tendrá fondos para cumplir sus obligaciones con los acreedores después del 18 de octubre si el Congreso no flexibiliza el techo de deuda del país.

Este procedimiento normalmente es una formalidad y suele aprobarse con un acuerdo bipartidista.

Pero este año los republicanos se niegan a votar a favor de elevar el techo de deuda y prometen incluso bloquear la posibilidad de que los demócratas aprueben esta medida con sus propios votos, una muestra más de la acritud que reina en Washington.

En su lugar, los republicanos del Senado están intentando obligar a los demócratas a utilizar una compleja maniobra llamada reconciliación para que asuman, en exclusiva, la responsabilidad del aumento de la deuda.

Los demócratas se niegan hasta ahora a aceptar esta medida, y acusan a los republicanos de tomar como rehén la situación financiera de la nación.

El presidente estadounidense, Joe Biden, calificó el lunes a los opositores republicanos de “imprudentes y peligrosos” por negarse a unirse a los demócratas para elevar el límite de la deuda.

Otro escenario

Tras evitar por poco una paralización del gobierno de Estados Unidos por falta de financiamiento, los legisladores demócratas del presidente Joe Biden y la oposición republicana enfrentan una tarea aún más importante: acordar un aumento del límite de endeudamiento o arriesgarse a un impago catastrófico.

Esto es lo que necesita saber para entender el debate sobre el tope de la deuda de Estados Unidos:

¿Cuál es el límite del endeudamiento?

El límite de endeudamiento es el máximo legalmente establecido que puede pedir prestado Estados Unidos para financiar desde programas de bienestar social hasta salarios para los militares.

Según el Tesoro, se ha elevado, suspendido o retrasado 78 veces desde 1960 esta cota: 29 veces bajo gobiernos demócratas y 49 veces bajo gobiernos republicanos.

Una medida presupuestaria del 2019 aprobada bajo el expresidente republicano Donald Trump suspendió el límite durante dos años, y cuando se levantó esa resolución el 1 de agosto del 2021, Estados Unidos había alcanzado el tope, con una deuda nacional de 28 billones de dólares.

¿Cómo se prepara el gobierno para un eventual impago?

La secretaria del Tesoro, Janet Yellen, anunció “medidas extraordinarias” una vez que se superará el techo de la deuda en agosto, pero ya no serán suficientes para pagar las cuentas de Washington después del 18 de octubre.

Un default, “sería catastrófico para la economía”, advirtió Yellen al Comité de Servicios Financieros de la Cámara de Representantes el jueves de la semana pasada.

Los pagos de beneficios del Seguro Social se detendrían o se retrasarían para casi 50 millones de estadounidenses de edad avanzada y se interrumpiría el pago a los soldados, al igual que un programa contra la pobreza dirigido a las familias.

¿Qué significaría un default para la economía?

Estados Unidos nunca ha incumplido los pagos de su deuda, y eso es una columna vertebral del sistema económico mundial.

El consenso entre los analistas es que la falta de pago sería una herida autoinfligida que socavaría la recuperación de la economía de la pandemia de COVID-19, y quizás haría un daño permanente a la posición internacional de Estados Unidos.

¿Cuál es el estado de las negociaciones?

Los demócratas controlan ambas cámaras del Congreso, pero apenas. Necesitan 10 votos republicanos para superar un obstruccionismo en el Senado, y la oposición ha dejado claro que no los ayudará a aumentar el límite de la deuda.

La pelea tiene lugar en medio de las negociaciones sobre dos proyectos de ley de gastos por billones de dólares que conforman la piedra angular del gobierno de Biden.

Los republicanos argumentan que no aumentarán el tope de la deuda para pagar esas facturas, pero el límite debería aumentarse de todos modos para pagar los gastos aprobados tanto por la pasada administración republicana como por la actual demócrata.

Los republicanos quieren que los demócratas aprueben un aumento con sus propios votos, utilizando el llamado proceso de “reconciliación” en el Congreso, pero eso podría llevar semanas y los líderes demócratas continúan insistiendo en que los republicanos deben sumarse para evitar un default.

¿Podría haber consecuencias negativas incluso sin un default?

Pocos analistas en Washington creen que alguna de las partes esté dispuesta a permitir que el país ingrese en default y esperan que de alguna manera lleguen a un acuerdo, potencialmente en el último minuto.

Esto ha sucedido antes pero no sin costos

En 2011, el país estuvo a días de un default después de que los republicanos se negaran a aceptar un aumento del tope de endeudamiento a menos que el presidente demócrata Barack Obama aceptara concesiones en sus planes de gasto, destinadas a recortar a largo plazo al creciente déficit fiscal de Estados Unidos.

Wall Street cayó un 6% a medida que se acercaba la fecha límite para elevar el tope de deuda del país, según la firma de servicios financieros Morningstar.

Luego, después de que los mercados terminaron su última sesión de la semana, S&P Global Ratings rebajó la calificación crediticia de Estados Unidos a un nivel justo por debajo de su calificación máxima “AAA”, donde había estado antes durante décadas. Cuando los mercados reabrieron el lunes, el S&P 500 cayó 6.6%.

Las otras agencias de calificación no se plegaron a S&P para penalizar a Estados Unidos por la incapacidad de sus políticos para enfrentar su enorme déficit y la deuda.

Pero ante este último enfrentamiento, Shai Akabas, director de política económica del Bipartisan Policy Center, un centro de estudios que busca combinar ideas de demócratas y republicanos, advirtió sobre las consecuencias.

“Mientras sigamos teniendo estos episodios en los que nos acercamos tanto (al default), aumentarán los pedidos de un cambio en la moneda de reserva mundial, lo que podría favorecer a China”, concluyó.

Con información de AFP.