Nota del editor: Este texto fue publicado por primera vez el 5 de enero a a las 18:00 horas.

El Partido Demócrata logró el control del Senado de Estados Unidos al ganar los dos escaños en juego en Georgia, horas después de que el Congreso intentó certificar la victoria del presidente electo Joe Biden, pero que no logró por la irrupción violenta de seguidores de Donald Trump.

Raphael Warnock, pastor de una iglesia de Atlanta donde oficiaba Martin Luther King, derrotó a la senadora republicana Kelly Loeffler, informaron medios de comunicación como CNN, CBS y NBC este miércoles.

“Les hago una promesa esta noche: voy al Senado a trabajar para toda Georgia”, declaró Warnock en un mensaje difundido en internet.

Su compañero de partido Jon Ossoff ganó el segundo asiento este miércoles, con ello dio un golpe a los republicanos al arrebatarles el control de la Cámara Alta.

Warnock, de 51 años, entró en la historia al convertirse en el tercer afroestadounidense en ganar un escaño senatorial en el sur del país. Para ello derrotó a Loeffler, una emprendedora de 50 años, que había sido nombrada senadora en diciembre de 2019.

Varios analistas consideraban que Ossof ganaría, ya que muchos de los votos pendientes de computar proceden de suburbios de Atlanta, de mayoría demócrata.

Con esta victoria, los demócratas cuentan con 50 asientos en el Senado, igual que los republicanos. Pero la futura vicepresidenta Kamala Harris tendrá el poder de romper el empate y hacer inclinar la balanza al lado demócrata.

Para Dave Wasserman, analista del Cook Political Report, independiente, la participación en estos comicios recuerda la ola demócrata en las elecciones a la Cámara Baja hace dos años.

“Esto es lo que vimos en 2018: muchos votantes de Trump simplemente no se manifiestan cuando Trump no está en la boleta electoral”, tuiteó.

‘Desastre épico’

Los demócratas ya tienen mayoría en la Cámara de Representantes.

También es un duro revés para Donald Trump, quien sigue sin reconocer su derrota y cuyas teorías conspirativas sobre un supuesto fraude electoral han perjudicado a su partido, según algunos observadores.

“Es un desastre épico para el Partido Republicano con un daño incalculable”, tuiteó Matt Mackowiak, presidente del partido en el condado texano de Travis, que criticó a Trump por lastrar a su formación con sus acusaciones infundadas.

Impulsados por el estrecho triunfo de Biden en Georgia en noviembre, inédito desde 1992, los demócratas lograron movilizar a sus votantes, especialmente el crucial electorado afroestadounidense.

“Georgia va a hacer historia una vez más”, dijo la congresista demócrata Ilhan Omar.

Con información de AFP y Reuters