La economía de Estados Unidos sigue siendo fuerte a pesar de los datos oficiales que muestran una caída del PIB de 1.4% en el primer trimestre de 2022, aseguró el presidente Joe Biden.
“La economía estadounidense, impulsada por las familias trabajadoras, sigue siendo resiliente frente a los desafíos históricos”, dijo el mandatario al subrayar que “factores técnicos” afectaron el desempeño entre enero y marzo.
De acuerdo con datos desestacionalizados de la Oficina de Análisis Económico del Departamento de Comercio, el Producto Interno Bruto (PIB) estadounidense registró una caída anual de 1.4% en el primer trimestre del año en curso.
Esta disminución fue la primera baja en los últimos siete trimestres, es decir, desde el segundo trimestre del 2020 (31.2%), cuando se reflejaron con mayor fuerza los efectos de la pandemia de COVID-19.
El descenso se debió a la disminución del gasto público, al aumento de las importaciones, ya que las empresas trataron de reconstruir sus inventarios en medio de la escasez de suministros, y a la disminución de las exportaciones, así como al golpe que representó la variante ómicron.
Sin embargo, según los datos, el gasto de los consumidores repuntó 2.7%, mientras que el de las empresas aumentó 7.3%, ambos incrementos respecto al trimestre anterior.
Desde que Biden llegó a la Casa Blanca, en enero de 2021, la economía estadounidense recuperó millones de puestos de trabajo perdidos durante la pandemia y logró una expansión del 5.7% el año pasado.
Sin embargo, su popularidad ha caído en medio de una inflación récord que ha hecho que los estadounidenses paguen más por la gasolina, los alimentos, el alquiler y otras necesidades.
Sectores a la baja en EU
Por sector, la caída de 1.4% de la economía estadounidense en el primer trimestre, que es la primera estimación, se explica por una menor inversión en inventarios privados, impulsada por disminuciones en el comercio mayorista y minorista, relacionado con la industria automotriz.
En tanto, las exportaciones se desplomaron 5.9%, particularmente bienes (9.6%), mientras las importaciones, que restan al PIB, aumentaron 17.7%.
También se observó un descenso en el gasto de gobierno (2.7%), tanto en el nivel federal (5.9%) como en el estatal y local (0.8%).
Con información de Rodrigo Rosales y AFP
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