Los ministros de Relaciones Exteriores de los 20 países más industrializados del mundo, reunidos este martes para una cumbre en el sur de Italia, reconocieron como “crucial” reforzar el multilateralismo para enfrentar la crisis provocada por la pandemia de COVID-19.

La cumbre, a la que asistió el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, así como los cancilleres de Argentina, Felipe Solá y de México, Marcelo Ebrard, entre otros, se celebró en Matera,  patrimonio de la Humanidad por sus casas rupestres excavadas en la roca y azotada este martes por una ola de calor asfixiante.

“La cooperación multilateral será crucial para nuestra capacidad colectiva de poner fin a esta crisis sanitaria global”, reconoció Blinken, durante la ceremonia de apertura.

Se trata de un cambio radical de posición de Estados Unidos con respecto a la pasada administración de Donald Trump.

Añadió que “es un principio que debemos aplicar desde ahora para fortalecer la seguridad sanitaria mundial, de modo que podamos detectar, prevenir y responder mejor a futuras crisis de salud”.

También señaló que “para poner fin a la pandemia, necesitamos más vacunas. La iniciativa multilateral Covax garantiza que las vacunas se distribuyan de manera justa y lleguen a los países que más las necesitan”.

Piden ayuda para África

A la cumbre, la primera presencial tras un año y medio de pandemia, asisten un centenar de delegaciones, organizaciones e instituciones internacionales, así como representantes de África, continente gravemente azotado por la pobreza y la propagación del virus.

Invitado a la reunión, el ministro de Relaciones Exteriores de la República Democrática del Congo, Christophe Lutundula, pidió “acciones urgentes” para “revertir la tendencia actual” en África.

El ministro considera que hay que llegar a producir “a nivel local” las vacunas y que hay que aumentar “la capacidad de realizar pruebas en los países que no cuentan con los productos o laboratorios adecuados”.

Concluyó su participación indicando que “sólo así podremos ayudar a los países africanos a resistir al impacto de la covid y reactivar sus economías por el bien de la comunidad internacional”.

Por su parte, el ministro italiano Luigi Di Maio, cuyo país preside actualmente el G20, también se pronunció a favor de un “multilateralismo efectivo bajo la égida de la ONU”, recordando que “Italia fue uno de los primeros países en pedir una alianza internacional para responder a nivel sanitario a la pandemia”.

Ausencias importantes 

Di Maio señaló que “la presidencia italiana del G20 (…) se ha marcado como objetivo, a través del multilateralismo, combatir el impacto sanitario, social y económico de la pandemia para promover una recuperación sostenible, inclusiva y resiliente”.

Brillan por su ausencia los ministros de China, Brasil y Australia, mientras que países como Rusia y Corea del Sur, están representados por sus viceministros de Relaciones Exteriores.

En un video-mensaje a los miembros del G20, el ministro de Relaciones Exteriores de China, Wang Yi, pidió que “el multilateralismo no se reduzca a un eslogan o a un paquete para lanzar acciones unilaterales”, dijo.

Igual recordó que “China ha proporcionado hasta ahora más de 450 millones de dosis de vacunas a alrededor de 100 países. China pide a los países que pueden hacerlo, evitar las restricciones a las exportaciones (de vacunas), para ayudar a eliminar la desigualdad en el acceso a las vacunas”.

La seguridad alimentaria fue también tema de una sesión conjunta entre los ministros de Asuntos Exteriores y de Desarrollo, organizada por primera vez en el marco de una conferencia ministerial del G20, con el objetivo de relanzar la batalla para erradicar el hambre en el mundo antes del 2030.

La reunión de Matera constituye un ensayo general del G20 de jefes de Estado y de Gobierno programado para octubre en Roma, en el que se reunirán por primera vez el presidente estadounidense Joe Biden y su homólogo chino Xi Jinping.