De acuerdo con Agustín Carstens, gerente general del Banco de Pagos Internacionales (BPI), los bancos centrales son las instituciones mejor posicionadas para brindar confianza en el dinero en la era digital y lo seguirán siendo.

El funcionario añadió que los bancos centrales son las instituciones clave para brindar confianza, y que las alternativas a menudo han terminado mal.

El alma del dinero no pertenece ni a una gran tecnología ni a un libro de contabilidad anónimo. El alma del dinero es la confianza

dijo Carstens durante una conferencia en la Universidad de Goethe.

Agustín Carstens habló este martes en la conferencia del Instituto de Derecho y Finanzas (ILF) de la Universidad de Goethe sobre “Datos, digitalización, las nuevas finanzas y las monedas digitales del banco central: el futuro de la banca y el dinero”, donde explicó las innovaciones digitales como los stablecoins, que son criptomonedas emitidas por empresas tecnológicas cuyo valor está vinculado a activos como el dólar estadounidense.

Carstens indicó que las finanzas descentralizadas (DeFi), ofrecen servicios financieros sin intermediarios, como desarrollos emocionantes, pero que potencialmente pueden fragmentarse. 

“No es deseable depender únicamente del dinero privado. Puede ser conveniente pagar con una moneda estable global de gran tecnología, pero al hacerlo, los usuarios pueden estar entregando las llaves de nuestro sistema monetario a entidades privadas impulsadas principalmente por las ganancias. Tal arreglo podría erosionar la confianza”, afirmó Carstens.

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Carstens también informó sobre una investigación reciente del BIS que argumentó que la descentralización prometida en los servicios DeFi es una ilusión. 

Según el informe, los mecanismos de consenso de blockchain tienden a concentrar el poder, lo que facilita que un pequeño número de partes interesadas tomen decisiones importantes.

“DeFi está sujeto a las mismas vulnerabilidades presentes en los servicios financieros tradicionales”, subrayó Carstens. 

Estas vulnerabilidades incluyen un alto apalancamiento, descalces de liquidez y conexiones con el sistema financiero formal que podrían afectar la estabilidad de ese sistema más amplio.

Escenarios ‘plausibles’ para el futuro del dinero

Carstens ofreció algunos escenarios plausibles para el futuro del dinero. Por ejemplo, unas pocas grandes corporaciones tecnológicas brindarán servicios financieros a todos. En otro escenario, un sistema descentralizado podría reemplazar a personas e instituciones con “cadenas de bloques y algoritmos”.

También ofreció una tercera posibilidad: la de un sistema monetario y financiero global abierto que aproveche la tecnología para el beneficio de todos.

“En un tercer escenario, los titulares, las grandes tecnologías y los nuevos participantes compiten en un mercado abierto que garantiza la interoperabilidad, basándose en los bienes públicos del banco central. Los usuarios finales pueden interactuar sin problemas entre diferentes proveedores, tanto a nivel nacional como internacional”, dijo Carstens.

Carstens, el gerente general del grupo ‘paraguas’ para los bancos centrales del mundo, dijo que los banqueros deben trabajar con otras autoridades públicas y partes interesadas privadas para hacer realidad esa tercera versión.

Un sistema paraguas bancario es el grupo de intermediarios financieros que facilitan la creación de crédito en todo el sistema financiero mundial, pero cuyos miembros no están sujetos a supervisión regulatoria.

Banxico y su moneda digital

A finales de diciembre, Banco de México (Banxico) anunció sus planes para poner en circulación su moneda digital en 2024, cuya noticia se dio a través de su cuenta oficial de Twitter, por considerar de suma importancia estas nuevas tecnologías.

A casi dos años de la irrupción de la pandemia por el COVID-19 surgieron elementos para potencializar los pagos digitales, dando lugar a las CBDC. A partir de este fenómeno, los bancos centrales han puesto en marcha sus planes para diversificar el modo de pago entre las personas y empresas. 

Una CBDC es la forma digital de la moneda fiduciaria de un país que también es un derecho al banco central. En lugar de imprimir dinero, el banco central emite monedas o cuentas electrónicas respaldadas por la plena fe y el crédito del gobierno, de acuerdo con Atlantic Council. 

*Con información de Coindesk y Miguel Moscosa