Uber concederá a sus conductores en el Reino Unido el estatuto de trabajadores, con un salario mínimo y vacaciones pagadas, a raíz de una decisión judicial, lo que representa un giro de 180 grados en el modelo de las plataformas digitales en el país.  

La plataforma estadounidense de reservas de automóviles con conductor anunció este martes en un comunicado que sus más de 70,000 conductores en Reino Unido recibirán estos beneficios a partir del miércoles.

Las acciones de Uber caen 0.34% en las operaciones posteriores al cierre de Wall Street luego de retroceder más de 2% al cierre de este martes.

Se trata de un cambio profundo para Uber, cuyos conductores eran hasta ahora autónomos. 

La compañía actuó rápidamente tras lanzar una amplia consulta a sus conductores y apenas un mes después de una estrepitosa derrota ante la Corte Suprema británica. 

Esta dictaminó el 19 de febrero que los conductores pueden ser considerados trabajadores y, por tanto, recibir los beneficios sociales correspondientes.

El tribunal falló a favor de un grupo de unos 20 conductores que reivindicaban este estatuto dado el tiempo que pasan conectados a la aplicación y el control que ejerce la empresa sobre ellos, por ejemplo, mediante las evaluaciones.

La ley británica distingue el estatuto de “trabajadores”, que pueden recibir salario mínimo y otras prestaciones, del de “empleados” en sentido estricto, que tiene un contrato de trabajo en debida forma.

Los conductores de Uber en el Reino Unido cobrarán al menos el salario mínimo, tendrán derecho a vacaciones pagadas y podrán cotizar a un plan de pensiones al que contribuirá la empresa.

El salario mínimo es de 8.72 libras (12.12 dólares) por hora en el Reino Unido y está previsto que suba a 8.91 libras en abril. 

Un conductor de Uber gana más que la media: 17 libras en Londres y 14 en el resto del país.

La empresa afirma que todos sus conductores se beneficiarán de estas ventajas, manteniendo la flexibilidad de sus condiciones de trabajo.

Las prestaciones se suman a las ya existentes, como el acceso gratuito al seguro médico y la indemnización por permiso parental.

“Es un día importante para los conductores del Reino Unido”, asegura Jamie Heywood, jefe de Uber para el norte y el este de Europa. 

“Uber es solo una parte del sector de las reservas de coches y esperamos que otros operadores se unan a nosotros para mejorar las condiciones laborales de estos trabajadores que son esenciales para nuestra vida cotidiana”, agregó. 

¿Subirán las tarifas?

Uber no precisó el costo de estas medidas pero este, que debe ser muy considerable, pesará un poco más en las frágiles finanzas de una empresa que aún no es rentable y atraviesa un mal momento debido a las restricciones contra la pandemia.

Resultados de Uber en el cuarto trimestre de 2020

El grupo deberá absorber parte del costo, ya que difícilmente puede permitirse un aumento masivo de sus tarifas, especialmente en Londres, donde tiene una gran competencia.

Pero al conceder el estatuto de trabajador a los conductores, la empresa se ahorra largos procesos en los tribunales británicos, pues la decisión de la Corte Suprema podría haber permitido a los conductores acudir a la justicia para obtener los derechos que Uber les acaba de otorgar.

De momento, el grupo solo da este paso en el Reino Unido y estudiará mercado por mercado cómo puede hacer evolucionar su modelo. 

El CEO de Uber, Dara Khosrowshahi, presentó en febrero una serie de propuestas a los gobiernos y sindicatos de Europa con el objetivo de garantizar una remuneración transparente y justa para los conductores. 

Lo ideal para Uber sería poder replicar en Europa lo que propuso en California, es decir, conductores independientes pero que reciben compensaciones. 

Ahora está por ver si el anuncio de Uber puede tener consecuencias para otras plataformas digitales en el Reino Unido que son símbolos de la economía gig, es decir de los empleos precarios y mal pagados. 

Los repartidores de Deliveroo están esperando la decisión del Tribunal de Apelaciones de Londres para saber si pueden acogerse a un convenio colectivo para tener mejores condiciones laborales.