El sindicato United Auto Workers (UAW) mostró su descontento con la fabricante de vehículos pesados Volvo ante la decisión de ubicar su nueva planta de camiones en México para complementar su producción en Estados Unidos. 

A través de un comunicado, la organización sindical dijo estar investigando las obligaciones contractuales para las tarifas de fabricación de camiones en la planta de Lehigh Valley Operations (LVO) y las posibles ramificaciones legales de la decisión de Volvo en México.

Volvo aclaró en su momento que las fábricas de Mack LVO, localizada en Pensilvania, y la de Volvo NVR, ubicada en Virginia, seguirán siendo los principales centros de producción en Norteamérica. 

El anuncio de la compañía con sede en Gotemburgo, Suecia, llegó acompañado de una inversión de 80 millones de dólares adicionales para la producción en las instalaciones de LVO. En los últimos cinco años ha desembolsado 73 millones de dólares. 

El presidente del UAW Local 677, Tim Herztog, calificó la acción de Volvo como “una bofetada para todos nosotros”, y añadió que los planes de la empresa les fueron notificados 15 minutos antes de ser anunciados. Hasta el momento la automotriz no se ha posicionado sobre este tema. 

Nuevas instalaciones de Volvo 

Las nuevas instalaciones comenzarán a operar en 2026 y proporcionarán mayor capacidad para los planes de crecimiento que se tienen con Volvo Trucks y Mack Trucks en el mercado de Estados Unidos y México. Además, ayudará en la demanda de camiones Mack en México y América Latina.   

El tamaño de la infraestructura será de aproximadamente 1.7 millones de pies cuadrados y será para ensamblar vehículos convencionales, incluida la producción y pintura de carrocerías de cabina en blanco. 

Actualmente, Volvo otorga empleo a más de 100,000 personas que atienden a clientes en 190 mercados. Durante 2023, sus ventas netas llegaron a los 553,000 millones de coronas suecas (48,000 millones de euros). 

Con información de Reuters

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