Peugeot y Fiat-Chrysler se fusionan en el cuarto fabricante automotriz más grande del mundo
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Peugeot y Fiat-Chrysler se fusionan en el cuarto fabricante automotriz más grande del mundo

Peugeot y Fiat-Chrysler se fusionan en el cuarto fabricante automotriz más grande del mundo

El grupo francés Peugeot (PSA) y el italo-estadounidense Fiat-Chrysler (FCA) oficializaron este jueves su proyecto de fusión para crear el cuarto grupo mundial del sector del automóvil y prometieron no cerrar ninguna planta.

Los dos grupos anunciaron un acuerdo, aprobado por unanimidad por sus respectivos consejos de administración, para una fusión entre iguales. El acuerdo definitivo podría llegar “en las próximas semanas”, señalaron ambas compañías en un comunicado común,

La nueva entidad, con ventas de 8.7 millones de vehículos anuales, tendría la sede en Holanda y se convertiría en el cuarto grupo mundial, por detrás de Volkswagen, de la alianza Renault-Nissan-Mitsubishi y de Toyota.

PSA y Fiat-Chrysler prometen una repartición al 50% del capital entre los accionistas de ambos grupos.

El nuevo consejo de administración también mantendría el equilibrio, con cinco miembros nombrados por Fiat-Chrysler, otros cincos por PSA y el undécimo puesto para Carlos Tavares, el actual responsable del fabricante francés, que se convertiría en director general del nuevo grupo.

El consejo de administración estaría presidido por John Elkann, el actual responsable de Fiat-Chrysler.

El nuevo grupo incluirá las marcas Fiat, Jeep, Dodge, Ram, Chrysler, Alfa Romeo, Maserati, Peugeot, DS, Opel  y Vauxhall, cubriendo tanto el segmento masivo como de lujo, camionetas y camiones ligeros de uso comercial.

Apoyo de Francia

Por el momento, el proyecto parece tener el beneplácito del estado francés, propietario del 12% de las acciones de PSA, que acogió “favorablemente” la idea, indicó el ministro de Economía Bruno le Maire. 

El gobierno seguirá estando sin embargo “especialmente atento” para que se mantengan los puestos de trabajo industriales en Francia. La fuerza laboral combinada superará las 400,000 personas.

El proyecto de fusión llega solo unos meses después del fracaso de las negociaciones de acercamiento entre Fiat, Chrysler y Renault, número uno francés del automóvil.

El grupo italo-estadounidense tiró rápidamente la toalla porque no obtuvo garantías de Renault, frenado por el Estado francés, presente en su accionariado.

En Francia, los representantes de los sindicatos CGT y FO en el grupo PSA criticaron por su parte la decisión de instalar la nueva sede en Holanda, por sus implicaciones fiscales.

Reacción del mercado

Las bolsas recibieron con reacciones encontradas el proyecto de fusión. Las acciones de PSA, que cotizan en París, cayeron hasta 14%, a un mínimo de dos semanas, mientras que en Milán Fiat-Chrysler se disparó hasta 11% . 

“Los accionistas de PSA están asumiendo un mayor riesgo de mercado que los de FCA”, opinó el analista de Jefferies Philippe Houchois, pero afirmó que esta fusión es de todas maneras la más lógica y atractiva en la industria.

El nuevo grupo se mantendrá listado en Milán, París y Nueva York.

Grupos complementarios

PSA y FCA valúan en 3,700 millones de euros anuales las sinergias que crearía la fusión. La nueva entidad tendría una facturación de unos 170,000 millones de euros.

Sobre el papel ambos grupos parecen además complementarios. La fusión podría permitir a PSA volver al mercado estadounidense con los modelos Dodge y Jeep, mientras que FCA podría a su vez consolidar sus posiciones en Europa.

La fusión “protege potencialmente a PSA de la competencia mundial y además son dos actores muy complementarios, porque Fiat también es Chrysler, es decir Estados Unidos”, declaró a la radio Europe 1 Agnès Pannier-Runacher, secretaria de Estado francesa de Economía.

Según varios expertos del sector, PSA también podría aportar su conocimiento en vehículos eléctricos mientras que FCA puede proponer coches de gama alta con sus marcas Alfa Romeo y Maserati. 

La creación de un nuevo gigante del automóvil parece inevitable en el contexto de un sector en plena transformación, que se enfrenta a la caída de la demanda y a nuevas reglamentaciones.

“Lo que está pasando en el mercado del automóvil será extremadamente difícil. Necesitamos tener un Renault o un PSA que sean extremadamente sólidos”, dijo Pannier-Runacher.

Con información de AFP y Reuters

 

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