En 2023, Petróleos Mexicanos (Pemex) registró el nivel más bajo de extracción de petróleo crudo en los últimos trece años alejándose de la estrategia del sexenio de detonar los hidrocarburos.

De acuerdo con la base de datos de la compañía petrolera, la producción promedio de petróleo crudo (excluyendo condensados) fue de 1.58 millones de barriles diarios (mbd). 

Este dato no solamente indicó una disminución del 5.8% menos en comparación con los 1.69 mbd reportados en 2022, también es la peor cifra registrada en trece años, nunca antes se había llegado a estos niveles tan bajos de producción.

Si se analizan desde el 2011 hasta el 2023 los datos presentados por Pemex, se puede ver que hay una tendencia marcada hacia la disminución, cada año se ha dado una merma.

En 2011, Pemex registró una producción de 2.55 millones de barriles diarios mbd, para 2012, la cifra fue ligeramente menor, situándose en 2.54 mbd, y continuó disminuyendo hasta alcanzar 2.52 mdb en 2013. 

Ventas internas fortalecen los ingresos de Pemex 

El Instituto Mexicano Para la Competitividad (Imco) detalló que este patrón se mantuvo en los años siguientes, con una producción de 2.42 mbd en 2014, evidenciando los retos iniciales que comenzaban a perfilarse en el horizonte de Pemex.

La tendencia descendente se acentuó notablemente a partir de 2015, cuando la producción cayó a 2.26 mbd, seguida de una reducción a 2.15 mbden 2016. Este periodo fue crítico, ya que reflejó no solo el agotamiento natural de los campos petroleros, sino también las limitaciones en inversión y desarrollo de nuevas tecnologías de explotación.

Pemex

Los años posteriores mostraron una aceleración en la caída de la producción. En 2017, la cifra bajó a 1.94 mbd, continuando su descenso hasta 1.813 mbd en 2018, y llegando a 1.678 mbd en 2019. 

La pandemia de COVID-19 en 2020 tuvo un impacto moderado en la producción, la cual se situó en 1.660 mbd, seguida de una leve recuperación a 1.68 mbd en 2021. 

Sin embargo, esta mejora fue efímera, ya que en 2022 la producción volvió a descender ligeramente a 1.68 mbd.

El año 2023 marcó un hito en esta tendencia decreciente, con la producción cayendo a 1.588 mbd, el nivel más bajo en el rango de tiempo analizado desde 2011. 

Esta disminución continuada subraya los retos persistentes que enfrenta Pemex, incluyendo el envejecimiento de la infraestructura, la necesidad de inversión en exploración y producción, y la urgencia de adaptarse a un entorno energético global en transición.

Sino se apuesta por nuevos campos petroleros este escenario continuará 

De acuerdo con el analista energético, Ramses Pech, esta disminución no solamente marca la necesidad de implementar reformas estructurales y orientar las inversiones de manera “inteligente”, esta tendencia decreciente también es un claro indicativo de la situación crítica que enfrentan los campos petroleros en México, cuyas reservas y capacidad productiva parecen estar en un punto de no retorno.

Según Pech, la caída sostenida en la producción de petróleo —que en 2023 alcanzó su nivel más bajo en los últimos trece años— es  un reflejo de los retos técnicos o de mercado, y es evidencia de la urgencia de adaptar la industria petrolera mexicana a los nuevos paradigmas globales. 

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(Foto: iStock)

La recomendación de Pech sobre orientar las inversiones de manera “inteligente” implica una evaluación crítica de cómo y dónde Pemex y el gobierno mexicano destinan sus recursos financieros y humanos en un entorno de precios volátiles del petróleo.

Además, el comentario de Pech sobre los campos petroleros y su futuro incierto apunta a la necesidad de acelerar la exploración y el desarrollo de nuevos yacimientos, así como de mejorar la recuperación en campos maduros mediante tecnologías avanzadas. 

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