Si bien el gobierno federal formalizó la compra-venta de Mexicana de Aviación para que la nueva aerolínea del Estado inicie operaciones a finales de este año, existen interrogantes sobre la competencia desleal que podría generar frente a otras empresas del rubro, así como la falta de atención en temas de seguridad operacional. 

La Sedena informó en días previos que la nueva aerolínea estatal, adquirida por 815 millones de pesos, arrancará con 10 aviones Boeing 737-800 y requerirá de una inversión inicial de 4,000 millones de pesos, donde cerca del 50% corresponden a la renta de las unidades.

Analistas del sector aéreo coinciden en que más que un plan de negocios, la Sedena mostró un cuadro de 20 rutas en la primera etapa, de las cuales la mayoría de éstas ya están ofertadas por las aerolíneas comerciales Aeroméxico, Viva Aerobus y Volaris desde el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA).

En este sentido, Carlos Torres, analista del sector, considera que con el arranque de Mexicana de Aviación quedan más interrogantes que afirmaciones, entre ellas, el tema de certificaciones, la autorización de tripulaciones de las propias aeronaves y la seguridad operacional, que “es lo más importante en la industria”.

Hay mucho detalle qué entender y poder explicar cómo se va a lograr tener a punto las tripulaciones, el personal de mantenimiento y del aeropuerto, y sobre todo, garantizar la seguridad operacional de la aerolínea, porque ese es el valor máximo que existe en la industria

dijo Torres en entrevista con EL CEO.

De acuerdo con Servicios a la Navegación en el Espacio Aéreo Mexicano (Seneam), la seguridad operacional se encuentra implícita en todas las operaciones aéreas controladas y su finalidad es evitar incidentes y accidentes aéreos; no obstante, la Sedena no tocó ese punto en la presentación de la nueva línea aérea.

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¿Convivencia o competencia?

Fernando Gómez, analista del sector aéreo, explicó a EL CEO que en materia de negocios, la nueva aerolínea podría significar la buena convivencia o bien la competencia depredatoria entre empresas, ya que el plan comercial de Mexicana de Aviación supone tarifas de avión 20% inferiores a la oferta actual del mercado.

De las 20 rutas anunciadas, 10 están dentro de las rutas principales del país, lo cual significa que Mexicana de Aviación entra a competir al mismo mercado donde compiten todas; ahí podría existir una competencia depredatoria en cuanto a las tarifas

dijo Gómez.

 

La línea aérea operará en un aeropuerto que es propiedad del gobierno, a lo que el titular de la Sedena, Luis Cresencio Sandoval, atribuye el poder reducir los costos, asegurando que los precios no serán subsidiados.

No obstante, Torres considera que un aeropuerto no debería ser dueño de una aerolínea, puesto que eso es lo que genera condiciones de desventaja al resto de los competidores.

Por qué puede dar sus vuelos más baratos, porque detrás de ello habrá costos preferenciales en combustible, en tarifas aeroportuarias, en el uso de las terminales y ahí vendrá el primer desajuste en el mercado, aunque no por completo, porque el volumen que tiene de aeronaves es relativamente bajo respecto del general

explicó Torres.

Por su parte, Fernando Gómez expuso que si bien los descuentos son positivos para la sociedad, el problema de una aerolínea estatal es que los descuentos se financiarían con recursos públicos, los cuales podrían destinarse a otras obras y servicios públicos.

Desplazamiento de aerolíneas comerciales

El analista Carlos Torres apuntó que al existir destinos ya atendidos por las aerolíneas, con la llegada de Mexicana de Aviación habría un desajuste, que aunque en un principio beneficiaría al consumidor por los precios bajos, terminaría desplazando a las aerolíneas comerciales al no percibir rentabilidad.

Hay al menos una línea aérea comercial que ofrece los vuelos de Mexicana. En el momento que la aerolínea (del Estado) entre al mercado y si estas tarifas permanecen en los niveles presentados, paulatinamente veremos el desplazamiento de las aerolíneas comerciales

explicó.

El analista también subrayó la interrogante sobre cuál va a ser el plan comercial que garantice que sí se van a poder comercializar tarifas de avión 20% por debajo de lo que hoy ofrece el mercado.

Mientras que, por el lado de las aerolíneas comerciales ya establecidas, determinó que en un punto se observará una reducción en el número de frecuencias que tienen o incluso la desaparición del destino, lo que representa en el fondo una pérdida de rentabilidad para la compañía si se distingue como una entidad privada.

El anuncio tardará al menos seis u ocho meses en empezar a surtir efecto, en el que escucharemos que algunas de las aerolíneas nacionales comienzan a dejar de operar algunos destinos desde el AIFA

dijo Torres.

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