En agosto de 2022 Unifin puso en jaque al sector de financieras no bancarias tras declararse incapaz de cumplir con sus obligaciones crediticias. Más de un año y medio después, y a pesar de las discrepancias con algunos acreedores, la compañía libró la quiebra.

Este lunes, el Juzgado Primero de Distrito en Materia de Concursos Mercantiles con residencia en Ciudad de México publicó la sentencia definitiva que aprueba la versión final  del plan de convenio concursal presentado por Unifin.

La compañía finaliza exitosamente su procedimiento de concurso mercantil como una sociedad completamente reorganizada, preservando su curso ordinario en beneficio de todos sus accionistas, empleados y clientes

dijo la prestamista en un comunicado enviado a la Bolsa Mexicana de Valores.

El plan contó con el respaldo de la mayoría requerida de acreedores reconocidos. Esto, después de que en los últimos meses algunos tenedores de bonos rechazaron las primeras versiones del convenio concursal.

La versión definitiva del convenio establece que los acreedores tendrán la opción de emitir nueva deuda o ser tratados como tenedores de bonos no garantizados, además de que podrán acceder al 20% del capital social de la nueva sociedad en caso de que se cumplan ciertas condiciones. 

Además, los tenedores de bonos quirografarios se convertirán en beneficiarios de un nuevo fideicomiso administrativo que incluye todos los activos no gravados de la empresa.

Unifin entró en concurso mercantil en enero de 2023 y en octubre pasado solicitó una prórroga de 90 días de la etapa de conciliación para negociar acuerdos con las partes afectadas.

¿Qué pasará con Unifin?

La compañía dijo que el convenio le permitirá maximizar el valor para todos los grupos de interés, implementar su plan de negocios futuro, reforzar las prácticas de gobierno corporativo y estándares de control, además de reactivar la originación de actividades y cartera con sus clientes.

El default de Unifin fue resultado de un aumento significativo de la deuda en los últimos años, principalmente desde que Sergio Camacho asumió como CEO en 2019, de acuerdo con fuentes consultadas.

La debacle de Unifin y otras de las mayores prestamistas del país (Crédito Real y AlphaCredit) afectó a otras financieras, que han tenido dificultades para acceder a fondeo en los mercados internacionales por la desconfianza de los inversionistas.

Unifin hará una reestructurará del capital social tras salir del concurso mercantil y buscará reactivar la cotización de sus acciones listadas en la Bolsa Mexicana de Valores (BMV), que están suspendidas desde 2022 por la omisión del envío de información financiera.

Previo al default, más del 50% de las acciones estaban en manos del empresario Rodrigo Lebois y su familia. El convenio contempla que los acreedores podrán acceder a una participación relevante en la compañía.

En el largo plazo, Unifin buscará reducir los costos operativos. El año pasado, por ejemplo, cerró la venta de la plataforma petrolera Frida 1 que adquirió en 2019, transacción que fue mal recibida en su momento por los inversionistas.

Además contempla recortes a la plantilla laboral, el gasto en viajes y al área de marketing, que incluye patrocinios (como el del piloto mexicano Sergio ‘Checo’ Pérez), eventos corporativos y publicidad.

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