Gayosso y J. García López vieron incrementados el número de servicios funerarios durante abril y los primeros días de mayo entre 30 y 60%, debido a los decesos por COVID-19 en México.

Los lugares del país donde se registra el mayor número de contagios coinciden con la geografía donde ambas empresas tienen los picos más altos de servicios.

El mes de marzo se comportó normal, fue en abril cuando registramos un aumento. Si lo dividimos por regiones, en el Bajío continúa comportándose de forma lineal contra años anteriores, pero el Valle de México registra un alza del 30 o 35%, en Tijuana y Mexicali se ha disparado casi un 60% contra abril de 2019

dijo Alejandro Sosa, director de operaciones de Gayosso.

Para J. García López, del 24 de marzo al 4 de mayo atendió a 311 casos de coronavirus o  neumonía atípica, lo que representó un incremento del 30% en servicios frente al año pasado, compartió la firma en un correo electrónico.

En los cinco primeros días del mes se atendieron 50 servicios funerarios en promedio diarios, de los cuales, el 44% fueron por COVID-19 o por neumonía atípica. El resto, por otros padecimientos, según datos de la compañía.

Desde finales de marzo, Gayosso se preparó para un probable aumento en la demanda de servicios funerarios, por lo que elevaron la producción de ataúdes y ampliaron su inventario en los 21 cementerios que cuenta en el país.

“Nos hemos previsto para un incremento en la demanda de todos nuestros servicios ante la contingencia sanitaria. Tenemos un inventario de cuatro meses en la construcción de gavetas en los cementerios, cuando lo normal son tres meses”, comentó Sosa.

Hasta la tarde del 11 de mayo, en México se contabilizaban 36,327 casos confirmados acumulados de coronavirus; 8,288 casos activos y 3,573 defunciones.

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¿Rebasados ante la contingencia?

Luego de diversos reportes que señalan que los hospitales del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) registran una saturación de cuerpos en sus instalaciones ante la tardanza de familiares para recogerlos, al no encontrar lugares donde cremarlos, ambas compañías dijeron tener la capacidad para darse abasto.

“Estamos bien preparados para la demanda de servicios, compramos refacciones para nuestros hornos y les dimos mantenimiento”, dijo Sosa.

Gayosso maneja 24 hornos, entre cremación y acuamación, distribuidos en los diferentes puntos donde opera. En tanto, J. García López tiene 8 hornos crematorios.

El Hospital General de Zona 27 y el de La Raza, son algunos de los nosocomios que vieron rebasados sus almacenes ante el número extraordinario de cadáveres, de acuerdo a una nota publicado por el diario Reforma.

Las agencias funerarias carecen de alianzas con hospitales privados y públicos. Quienes tienen acceso a sus servicios son aquellos que cuentan con un plan de previsión funeraria o los que llegan a sus instalaciones de emergencia. Esta última opción, encarece de forma significativa el costo.

El paquete integral, que incluye el traslado, cremación, velatorio y el papeleo legal, puede tener un costo de entre 20,000 a 25,000 pesos, el precio se puede disparar dependiendo si quiere un ataúd de maderas brasileñas o de cobre bañado en oro. Si una persona llega y requiere un servicio, pero no tiene un paquete de previsión, el costo llega a ser 50% más caro

comentó el directivo de Gayosso. 

En los hornos de cremación públicos, el precio regular es de 2,000 pesos, pero ante la late demanda del servicio, el costo llega a los 6,000 pesos.