Dave Limp, director ejecutivo de Blue Origin —empresa del multimillonario Jeff Bezos—, informó que la compañía tiene previsto despedir al 10% de su plantilla, en una estrategia de reajuste para buscar reducir costos y con ello aumentar el lanzamiento de cohetes.
Los despidos, que representan a aproximadamente 1,400 personas de los casi 14,000 empleados de la compañía, afectarían principalmente a los concentrados en Florida, Texas y Washington, y se producen en el marco del inicio de producción del cohete gigante New Glenn, que tuvo su primer lanzamiento el mes pasado.
En una reunión con empleados que duró aproximadamente 10 minutos, Limp dijo que no había “una manera fácil de comunicar esto”, e indicó que a pesar de los éxitos en los últimos meses, la compañía no está preparada para enfrentar sus retos futuros.
Cuando analizamos los cimientos de la empresa y lo que necesitamos lograr en los próximos tres a cinco años, llegamos a la dolorosa conclusión de que no estamos preparados para el tipo de éxito que realmente queríamos tener
señaló.
Las prioridades de Blue Origin
Limp dijo que la reducción de costos ayudará a Blue Origin a ampliar la fabricación del New Glenn y aumentará la frecuencia de lanzamiento del cohete, dos objetivos cruciales para competir con SpaceX, de Elon Musk, y su Falcon 9.
A Limp se le ha encomendado la tarea de racionalizar las numerosas unidades de negocios de Blue Origin (desde estaciones espaciales hasta módulos de aterrizaje lunar para la NASA) y de impulsar un mayor enfoque en el New Glenn, lo que le dará a la empresa un nuevo sentido de urgencia después de años de parálisis en el desarrollo.
Con información de Reuters
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