Los precios del petróleo bajaron este miércoles debido a las crecientes preocupaciones por el aumento en los casos de COVID-19 en China, ​​el principal importador de crudo del mundo.

Durante las primeras operaciones de la sesión, el WTI de Estados Unidos para entrega en febrero cayó 0.7%, para ubicarse en 78.96 dólares por barril. En tanto, el Brent retrocedió 0.8%, a 83.99 dólares.

Ambos referenciales tocaron su precio más alto en tres semanas el martes por las expectativas de un aumento en la demanda de combustible.

Lo anterior, luego de que se conoció que China dejará de exigir que los viajeros entrantes entren en cuarentena a partir del 8 de enero, un paso importante para relajar las estrictas restricciones en sus fronteras.

Sin embargo, los hospitales del país asiático están bajo una intensa presión debido a un aumento en las infecciones por la enfermedad respiratoria a medida que el país avanza hacia el tratamiento del virus como endémico.

Incluso después de que China alivió las restricciones de COVID, es difícil que la demanda (de petróleo) se recupere en poco tiempo debido a la rápida disminución de las actividades al aire libre de las personas debido a la infección masiva

dijo Leon Li, analista de CMC Markets.

Las refinerías de petróleo en los Estados Unidos reanudaron el martes las operaciones en una docena de instalaciones desconectadas por las heladas en gran parte del país, una recuperación que en algunos casos se extenderá hasta enero.

En la jornada anterior, los precios se vieron respaldados por la noticia de que Rusia prohibirá las ventas de petróleo a partir del 1 de febrero a los países que cumplen con el tope de precios del G7 impuesto el 5 de diciembre.

Para este miércoles, los operadores estarán atentos a las cifras de reservas de petróleo. Se estima que las existencias de crudo de Estados Unidos cayeron 1.6 millones de barriles la semana pasada.

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Con información de Reuters