El peso inició el 2019 apreciándose frente al dólar, aunque factores internos y externos pueden provocar turbulencias en el tipo de cambio.

En su primera sesión del año, la moneda mexicana avanzó 0.51% frente al dólar para ubicar su cotización interbancaria en su mejor nivel desde finales de octubre a 19.5640 pesos por billete verde.

Desde finales de noviembre a la fecha, el peso se ha apreciado 5.17% ante la divisa estadounidense.

La apreciación se puede extender unos centavos más, de acuerdo con un análisis técnico de Grupo Financiero Monex. En el corto plazo y mientras se mantenga por debajo de los 20 pesos por dólar, es factible que el tipo de cambio ronde los 19.38 pesos por dólar.

Un factor que puede provocar mayor debilidad del dólar es la extensión del cierre parcial del gobierno estadounidense. Desde el 22 de diciembre, el 25% de las agencias federales se han visto afectadas. El punto de discordia son 5,000 millones de dólares para la construcción del muro fronterizo con México.

Los desacuerdos entre el Congreso y el gobierno de Trump han generado debilidad para el dólar estadounidense, por lo que no se puede descartar dicho escenario”, comentó en un análisis Gabriela Siller, directora de Análisis Económico-Financiero de Banco Base.

Panorama turbio

Para el primer mes del año, el tipo de cambio puede ubicarse en 20.10 pesos por dólar, de acuerdo con estimaciones de Banco Base.

La presión que pueda existir por el proceso de aprobación del T-MEC en Estados Unidos y ver qué tanto se apegará el gobierno mexicano a la ortodoxia económica puede tener una injerencia negativa en el tipo de cambio.

A lo anterior se suma la aversión al riesgo en los mercados financieros. Uno de los mayores temores es una posible desaceleración económica mundial.

China, la segunda economía más importante del mundo, mandó un par de señales -a través de índices manufactureros- apuntando a una desaceleración de su economía.

Europa también es un foco atención. Las confrontaciones entre Italia y la zona euro, lo que suceda con la salida del Reino Unido de la Unión Europea (Brexit) y problemas sociales en Francia son presiones para el mercado, comentó en un análisis Igor de Maack, gestor de fondos y vocero, DNCA, filial de Natixis IM.

La aversión al riesgo se nota en parte del mercado accionario mundial (Asia y Europa cerraron en número negativos este martes) y en el avance de activos de refugio, como los bonos del Tesoro de Estados Unidos.

Este miércoles, la tasa de rendimiento de los bonos del Tesoro a 10 años se ubicó en 2.65%, su nivel más bajo desde febrero. Una tasa de rendimiento baja significa que los inversionistas son, por lo menos, cautelosos del escenario actual y prefieren resguardar su dinero en estos instrumentos; si la tasa que paga disminuye, el precio de los bonos aumenta.

Un mayor atractivo por los bonos del Tesoro genera que el dólar se fortalezca ante distintas monedas, complicando la buena racha del peso mexicano.