El dólar escaló a máximos de más de dos décadas este lunes, lo que provocó que la libra esterlina y otras monedas tocaran sus peores niveles de la historia, un efecto que no se anticipa para el peso mexicano.

Durante la jornada pasada, el índice dólar (DXY), el referencial más importante de la divisa que mide su desempeño frente a una canasta de sus seis principales cruces, alcanzó su nivel más alto desde julio de 2002 al ubicarse en 114.52 unidades.

Lo anterior provocó que la libra esterlina tocara un mínimo histórico intradía de 1.0327 dólares por unidad, mientras que el florín húngaro, el zloty polaco, la rupia india, la corona sueca, el peso argentino y la lira turca subieron a máximos nunca antes vistos ante el dólar.

Además, el tipo de cambio dólar-euro bajó a su peor nivel desde junio del 2002, después de que este año cayó por debajo de la paridad con la moneda de Estados Unidos.

Otras divisas entre las que se encuentran el yen japonés, el won surcoreano, el dólar canadiense, el dólar neozelandés y la rupia indonesia registraron sus cotizaciones más elevadas de varios años, aunque todavía no llegan a niveles máximos.

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Peso no sufrirá el mismo efecto

La moneda azteca mantiene la estabilidad en este año a pesar del repunte del dólar en los mercados financieros globales y está lejos de experimentar una situación parecida a la de la libra y el euro.

No creemos que habrá una depreciación sostenida del peso, mucho menos a niveles de máximos históricos como los que se vieron con la pandemia porque México, a diferencia de otros países, no está colapsando

dijo Jesús López, subdirector de análisis económico en Grupo Financiero Base.

A inicios de 2020 el peso tuvo una depreciación significativa en medio de la incertidumbre sobre las consecuencias sociales y económicas del COVID-19, por lo que el tipo de cambio tocó un máximo histórico.

El 23 de marzo de ese año, el tipo de cambio interbancario llegó hasta los 25.1350 pesos por dólar. Desde entonces, el peso acumula una apreciación de 19% ante su par estadounidense.

Lopez explicó que a pesar de que las posiciones especulativas en la Bolsa de Chicago sumaron 15 semanas en contra del peso, no han tenido un incremento significativo y esto habla de que el mercado no se vuelca en contra de la moneda mexicana.

Al 23 de septiembre, ​​las posiciones especulativas netas cortas, que apuestan a la depreciación del peso, se ubicaron en 28,000 contratos negativos. De mediados de junio a la fecha se han ubicado en un rango de entre 14,418 y 31,316 contratos en contra de la moneda nacional.

Banxico, la clave

El ciclo de alzas a la tasa de interés de Banco de México (Banxico) que está en línea con la política monetaria restrictiva de la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) es un factor clave detrás de que el peso sea de las pocas monedas emergentes apreciadas en 2022.

La razón está relacionada con el hecho de que México alcanzó una tasa real positiva, es decir que los rendimientos que obtienen los inversionistas son más altos y eso le suma atractivo al país.

Banxico sube su tasa de interés a niveles interesantes y la tasa real se encuentra ya en niveles positivos, por encima de la inflación. Con tasas desiguales en economías emergentes se ha vuelto atractiva la inversión en este momento

comentó Jorge Gordillo, director de análisis económico en CIBanco.

Recordó que el banco central mexicano se adelantó a la Fed en el ciclo de alzas de tasa, que comenzó a subir en junio de 2021 y no se espera que termine en el corto plazo por las presiones inflacionarias.

El consenso de los participantes del mercado anticipa que en la reunión de política monetaria de esta semana, Banxico subirá su tasa de referencia en 75 puntos base, a 9.25%.

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Guerra en Europa complica el panorama

Históricamente los ciclos de alzas a la tasa en Estados Unidos dan un impulso al dólar, pero la drástica depreciación de varias monedas en este año también se explica por la exposición al conflicto entre Rusia y Ucrania que inició en febrero.

El dólar se ha ido apreciando gracias principalmente a las monedas ‘duras’ (libra, euro, yen) que son las que más volumen le dan al DXY. La situación en Europa ha encrudecido este comportamiento de las monedas

dijo Gordillo.

En tanto, los bancos centrales de algunas de estas economías han reaccionado de forma más laxa a los altos niveles de inflación al subir las tasa de interés de manera menos drástica y esto le ha restado atractivo a las divisas, dijo López.

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