Bonos del Tesoro a largo plazo, el único activo que se salva de la masacre en los mercados
Bonos del Tesoro a largo plazo, el único activo que se salva de la masacre en los mercados

Bonos del Tesoro a largo plazo, el único activo que se salva de la masacre en los mercados

El pánico se ha apoderado de los mercados. El impacto que tendrá en la economía mundial el COVID-19, nombre científico del coronavirus y la guerra de petroprecios entre Arabia Saudita y Rusia, han hecho que los principales instrumentos financieros caigan en terreno negativo, en lo que va del año.

De los 17 principales Fondos Cotizados en Bolsa (ETF) de acciones, materias primas y bonos, casi todos están en rojo. Los únicos que se salvan del derrumbe en los mercados son los bonos del Tesoro de Estados Unidos (treasuries) y, en especial, aquellos que son a largo plazo.

Los Fondos Cotizados en Bolsa (ETF) son instrumentos que tienen características de un fondo de inversión, porque brinda diversificación, y de una acción, pues otorga liquidez gracias al cotizar en bolsas de valores.

Bonos y petróleo, polos opuestos

El interés por los treasuries responde a que son activos de refugio, donde en época de elevada incertidumbre, como en este momento, los inversionistas los prefieren por encima de activos de riesgo, como acciones.

La incapacidad para valorar el escenario macroeconómico a corto plazo y su potencial impacto en el medio-largo plazo es lo que está provocando el pánico entre muchos inversionistas, que están optando ante la incertidumbre, por reducir de forma drástica sus posiciones de riesgo

publicó CI Banco.

Otro impulso que han recibido los treasuries son los últimos recortes de la tasa de interés de la Reserva Federal de Estados Unidos. El domingo 15 de marzo, en una reunión de emergencia recortó su tasa en 100 puntos base para llevarla a un rango de 0.0-0.25%, luego de que el 3 de marzo, también como una medida de emergencia la bajó en un punto porcentual.

Dichos recortes provocan que las próximas colocaciones de bonos otorguen un menor rendimiento del que se paga actualmente.

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A las complicaciones de la salud económica mundial, derivada del COVID-19 se suma la guerra de precios del petróleo que se detonó con la ruptura de Arabia Saudita y Rusia, ambos productores relevantes de crudo.

La separación de ambos países llevó a Arabia Saudita a disminuir su precio y aumentar su producción de crudo. El impacto del COVID-19 sobre la economía mundial provocará una menor demanda por petróleo a lo que se agrega un exceso de oferta.

Las perspectivas para los precios del crudo parecen ser desastrosas, ya que la destrucción de la demanda de crudo está a punto de empeorar. Tanto el crudo Brent como el WTI (referentes a nivel mundial) deberían caer a mediados de los 20 dólares esta semana

publicó Edward Moya, analista senior de mercado de OANDA.

El lunes, el WTI y el Brent tuvieron retrocesos de 9.11 y 11.14%, respectivamente. El WTI cotiza en 28.84 dólares por barril y el Brent, en 30.08 dólares, de acuerdo con datos de Bloomberg.

Los ETF seleccionados

Los ETFs considerados para este análisis fueron los más relevantes para el mercado, los más líquidos y los que replican al índice S&P 500 (SPY), el Promedio Industrial Dow Jones (DIA), el Nasdaq 100 (QQQ), el S&P/BMV IPC (NAFTRAC) y el ETF VT, compuesto por una muestra de poco más de 8,000 empresas alrededor del mundo.

De materias primas se consideraron los ETFs de oro (GLD), plata (SLV), paladio (PALL), petróleo estadounidense (USO) y el GSG, que tiene un muestra de 14 materias primas distintas.

En renta fija, se tomaron ETFs que replican bonos de empresas de Estados Unidos con grado de inversión (LQD), sin grado de inversión o alto rendimiento (HYG), bonos del Tesoro de corto plazo (SHV), bonos de países emergentes (EMB), el BNDX, compuesto por poco más de 5,800 bonos soberanos con grado de inversión denominados en distintas monedas al dólar y bonos del Tesoro de largo plazo cupón cero (TLT y EDV).

A diferencia de los bonos que pagan un cupón periódico, un bono con cupón cero es aquel que su rentabilidad va implícita en el precio de emisión. La ganancia del inversionista se obtiene de la diferencia del precio de compra, que será a descuento, y cuando venza el instrumento.

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