Los bancos centrales más importantes del mundo y el Banco de Pagos Internacionales (BIS, por sus siglas en inglés) han aumentado su interés y apuesta por las criptomonedas.

Los de Reino Unido, Suiza, Suecia, Canadá, Japón y el Banco Central Europeo formaron un grupo, junto con el BIS -el banco central de los bancos centrales-, dirigido por el exgobernador de Banco de México, Agustín Carstens, para investigar la posible creación de sus propias monedas digitales.

Las criptomonedas, al usar tecnología de cadena de bloques (blockchain) permiten tener un registro distribuido y descentralizado accesible, en tiempo real.

Con el acercamiento entre bancos centrales y el BIS se puede pensar en un sistema de servicios de pagos transfronterizos y desplegar sistemas denominados contratos inteligentes, donde se pueden automatizar las obligaciones, de acuerdo con Carlos Valderrama, socio Administrador de Legal Paradox.

Un desafío que existe para las autoridades es entender la operación de los activos virtuales, dado que han sido aprovechadas para el lavado de dinero y para el pago de actividades ilícitas. Si bien las criptomonedas pueden tener un registro de contabilidad, varias de ellas privilegian el anonimato de sus usuarios.

El grupo de trabajo compartirá decisiones de diseño técnicas, funcionales, económicas y datos sobre tecnologías emergentes. También trabajará en coordinación con el Consejo de Estabilidad y con el Comité de Pagos e Infraestructuras de Mercado, de acuerdo con información del diario El País.

El interés por los activos virtuales no se limita a Europa y Asia. La semana pasada, Jerome Powell, presidente de la Reserva Federal de Estados Unidos, reconoció ante el Comité de Servicios Financieros de la Cámara de Representantes, la importancia de tener transacciones con criptomonedas basadas en privacidad y dijo que es momento de comprender los costos, beneficios y compensaciones asociadas con una posible moneda digital.

La tendencia es que cada vez más bancos centrales trabajen en la creación de monedas digitales propias.

Alrededor de 80% de los bancos centrales dedican a algún tipo de trabajo de monedas digitales, de acuerdo con el estudio del BIS ‘Llegada inminente: una secuela de la encuesta sobre moneda digital del banco central’. En dicho estudio, participaron 66 bancos centrales.

Los bancos centrales de países emergentes comunicaron que la eficiencia de los pagos nacionales, la seguridad de los pagos y la inclusión financiera son los temas más importantes al momento de crear una moneda digital.

Las primeras noticias concretas sobre el grupo de trabajo se espera en junio, como un informe provisional y, a finales de otoño, se tendría un informe final, de acuerdo con el medio Nikkei.

Aunque Carstens parece ceder en el tema de los criptoactivos, ha sido uno de sus mayores críticos. En marzo de 2019, dijo, en una conferencia en Irlanda, que el debate sobre la adopción de criptomonedas respondía a cambios fundamentales en ambas partes del sistema que supervisan los bancos centrales: dinero y pagos.

Sin embargo, los experimentos no han demostrado que las nuevas tecnologías funcionen mejor que las existentes.