La inflación anual de Estados Unidos continuó cediendo durante septiembre pasado, ubicándose en 8.2%, el menor nivel registrado en los últimos siete meses.
Sin embargo, la atención de los mercados recayó sobre el índice subyacente, el cual llegó a 6.6% anual, la mayor tasa desde agosto de 1982, situación que dibuja un escenario de endurecimiento monetario en los próximos meses.
De acuerdo con el Departamento del Trabajo de la Unión Americana, el Índice de Precios al Consumidor del país vecino del norte aumentó 8.2% anual en el noveno mes del 2022, marcando una tendencia de desaceleración.
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En julio pasado comenzó el proceso de desaceleración, ya que la inflación ascendió a 8.5%, tras un dato de 9.1% en junio; ya en agostó bajó a 8.3% y en septiembre se confirmó la pérdida de ritmo, con una variación de 8.2%.
Si bien siguió el punto de inflexión de la inflación estadounidense, sus niveles aún se mantienen elevados, además de que el indicador subyacente no cedió, por lo que la Reserva Federal (Fed) continuaría incrementando la tasa de interés para luego mantener una postura restrictiva por algún tiempo.
El objetivo de le Fed es controlar la inflación, pese a los posibles efectos adversos sobre la actividad económica y el empleo en Estados Unidos.
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Gasolina quita presión
La menor inflación anual en la Unión Americana se debe principalmente a la pérdida de ritmo en el índice de energía, que aumentó 19.8% en septiembre, frente a una variación anual de 23.8% en agosto pasado.
Dentro de los energéticos, resalta la inflación anual de la gasolina, que en septiembre alcanzó una tasa de 18.2%.
Esta variación resultó la menor en los últimos 19 meses, como consecuencia de la corrección en el precio internacional del petróleo.
Gran preocupación
Aunque la gran preocupación de los mercados se centra en la inflación subyacente, que excluye alimentos y energía, que llegó a 6.6% anual, el mayor nivel en los últimos 40 años, con lo cual se prevé que la Fed siga con el endurecimiento de su política monetaria.
En su interior, el alza de 6.6% del índice de vivienda representó más de 40% del incremento en el indicador subyacente.
Otros índices con crecimientos significativos en septiembre se observaron en atención médica (6.0%), muebles y operaciones del hogar (9.3%), vehículos nuevos (9.4%) y automóviles y camiones usados (7.2%).
